Dos importantes músicos de nuestro país, el pianista, compositor,
arreglista y director de orquesta Mario Roméu (La Habana, 1924) y el
cantautor y productor musical Lázaro García (Cienfuegos, 1947)
recibieron, en la Sala Rubén Martínez Villena, de la UNEAC, el
Premio Anual de Reconocimiento 2012.
El galardón, que desde la década de los 80 otorga a sus miembros
la Asociación de Músicos de la institución cultural a quienes han
tenido una obra creadora reconocida, fue recibido con alegría por
ambos artistas, los cuales agradecieron tan alta distinción.
Roméu, Miembro de Mérito de la UNEAC y Premio Nacional de
Televisión, es el autor de la música del filme La Bella del
Alhambra, con la que obtuvo el premio Coral a la Mejor Banda
Sonora del XI Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. Proviene de
una de las familias cubanas que más han aportado a nuestra música y
en 1959 fue el primer director de la Orquesta del Instituto Cubano
de Radio y Televisión.
"Es un gran artista que durante décadas ha sido uno de los
grandes impulsores de nuestra música", dijo el maestro Guido López-
Gavilán, presidente de la Asociación de Músicos de la UNEAC, cuando
depositó en sus manos el premio.
Por su parte, García complació a los presentes con un tema suyo:
Soneto a Sara, en homenaje a Sara González, fundadora igual que
él del Movimiento de la Nueva Trova. Según la trovadora Marta
Campos, vicepresidenta de la Asociación de Músicos de la UNEAC,
Lázaro es "uno de los grandes de la trova cubana".
La artista reconoció, además, el valor extraordinario como ser
humano del autor de las canciones Dardos de miel y Hoy
logré tenerte, entre otras.
La entrega del Premio Anual de Reconocimiento, a la cual asistió
también la musicóloga Cary Diez, vicepresidenta de la UNEAC, contó
con otros momentos musicales que le dieron lucidez al acto de
entrega. Durante la velada se presentaron el guitarrista Mario Roméu
Junior, el pianista Nelson Camacho y la joven violinista Brenda
Pérez García, de 11 años de edad, quien acompañada por su abuelo
Lázaro interpretó La Bella Cubana, de José White, momento que
el destacado cantautor disfrutó con felicidad.