RAMALLAH.—Una
muchedumbre estimada en miles de personas acompañó el sepelio de un
joven palestino muerto a tiros la semana pasada por soldados
israelíes en la población sureña de Dura, en la Cisjordania.
La muerte de Odai Darwish, de 21 años, provocó protestas en
Cisjordania y fue seguida de la represión de una vigilia en la zona
donde el Gobierno israelí autorizó la construcción de tres mil
viviendas.
Esa decisión fue tomada en represalia por la elevación en la ONU
del estatuto de la Autoridad Nacional Palestina a la condición de
Estado no miembro.
Acorde con la familia de Darwish, la víctima trató de entrar en
Israel en busca de empleo por la zona de Hebrón.