Antes de Londres 2012, se comentaba sobre el peligro inminente de
que este deporte quedara fuera del programa, pero la respuesta fue
aplastante con la celebración de un excelente torneo que sentó las
bases de su permanencia en la categoría olímpica. Aunque en realidad
desde antes, específicamente tras concluir los Juegos de Beijing
2008, la Federación Mundial de este deporte —WTF, por sus siglas en
inglés— realizó una serie de cambios importantes en sus normas, con
el objetivo de acentuar la transparencia en el arbitraje y exhibir
combates más dinámicos y atractivos.
Dichas novedades —apoyadas en tecnología de vanguardia y una
mayor superación de jueces y árbitros— consistieron en la reducción
del área de combate (de 10x10 metros a 8x8), introducción de
puntuación diferente según la complejidad de las técnicas; entrada
de la "regla de los diez segundos" (sanciona la pasividad); cambios
en la manera de reflejar las faltas (en lugar de restarle un punto
al infractor, se le suma uno al rival); el ganador por diferencia de
12 puntos a partir del segundo asalto, entre otras.
Sin duda alguna, el paso más significativo fue el empleo del
Protector y Sistema de Puntaje (PSS), utilizado por vez primera en
el torneo londinense, el cual marca los puntos de forma inalámbrica
y los refleja en la pizarra electrónica, minimizando el error humano
y haciendo nítido el combate.
A todas estas mutaciones los taekwondistas cubanos se han
adaptado fácilmente, pese al consabido poco roce internacional,
gracias al serio trabajo que desde el 2006 realiza la Comisión de
Reglas y Arbitraje, encabezada por Javier Balanquet Espinosa. Para
mantenerse actualizado sobre lo que acontece con el reglamento a
nivel mundial, Balanquet utiliza como herramientas la Internet y las
experiencias y videos traídos por entrenadores y atletas de los
torneos donde participen.
Hace unos días esta Comisión resultó premiada por séptimo año
consecutivo entre las mejores del país. Un lauro que la compromete a
seguir trabajando en pos de su razón de ser: el taekwondo, que
celebra hoy el aniversario 26 de su introducción en Cuba por el
ecuatoriano Fernando Jaramillo.