Hiram Almeida —quien se encarga del sitio junto al técnico Mario
Vázquez—, recuerda los comienzos en el año 2000, cuando solo
contaban con diez colmenas en estado silvestre.
Ambos fueron estudiando y capacitándose de forma empírica, al
tiempo que intensificaban la reproducción. La consagración, el
estudio y la observación permanente de las colmenas contribuyeron
mucho a aprender el comportamiento de estas abejas, asegura Almeida.
En el 2002 el Centro presentó la primera ponencia en el Foro de
Ciencia y Técnica, práctica continuada hasta hoy. Tres años después
—recuerda este antiguo maestro de 56 años devenido criador de abejas
sin aguijón—, conquistaron la categoría de Excelencia Nacional del
Movimiento de la Agricultura Urbana y Suburbana. Y en el 2011,
fueron acreedores de la Doble Excelencia.
A esa altura ya contaban con alrededor de 200 colmenas, cifra que
ahora supera las 225 y diez apiarios, según refiere el campesino.
El objetivo cimero a ellos encomendado por la dirección del
Movimiento es reproducir y extender por el territorio central de
Cuba, la Tetragonisca angustula, o Melipona o de la Tierra
como se le conoce, cuya miel resulta muy apreciada para la
alimentación y es portadora de innumerables propiedades medicinales,
explica Almeida.
"Un elemento para alcanzar la Triple Corona —por la cual optamos
este año—, es la expansión de apiarios o centros de reproducción en
todos los municipios de la provincia, así como en Villa Clara,
Sancti Spíritus y Matanzas, tarea en la cual estamos inmersos con
mucho afán", afirma.
Las abejas del Centro polinizan las flores de calabaza, pepino y
melón de la Empresa de Cultivos Varios Horquita. Se les facilita el
servicio de apiarios a granjas, productores independientes y
diversas formas productivas interesadas.
Hiram Almeida, Mario Vázquez y José Miguel Navarro, son autores
del libro Tecnología para la crianza de la abeja sin aguijón,
el cual verá la luz en breve, y lo elaboraron con el apoyo de la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) y el Grupo Nacional de la Agricultura Urbana y
Suburbana. Se trata de un material científico que favorecerá el
manejo y la reproducción de la especie, subraya el entrevistado.
Él sostiene que el tipo de miel producida por la Melipona, fuente
de alimento y medicina durante miles de años para los nativos
americanos, es curativo y medicinal. No posee ningún tipo de
contraindicaciones y resulta muy efectivo en las enfermedades
respiratorias agudas, dermatológicas, gastritis, úlcera. Además, es
cicatrizante y antiparasitario. Cada kilogramo de la maravillosa
miel de la Melipona (llamada por Almeida "de ángel" por sus
propiedades), cuesta unos 55 dólares en el mercado internacional.
El propósito del valioso Centro de Abréus es generalizar la
crianza del animal que la produce, para luego comercializar el
inestimable alimento.