Las
familias de las víctimas de la matanza del cine de Aurora (Colorado,
oeste), invitadas por la cadena de salas Cinemark a presenciar la
reapertura del complejo donde se desarrolló el drama, calificaron en
un correo el miércoles la invitación como golpe mediático
"ridículamente ofensivo".
"Durante las fiestas, no imaginábamos que algo o alguien pudiera
volver más doloroso aún nuestro duelo. pero ustedes, Cinemark, lo
han logrado enviándonos una invitación dos días después de Navidad
para asistir a la reapertura del cine Aurora, donde nuestros seres
queridos desaparecidos han sido asesinados", expresaron en su nota.
"Gracias por haber vuelto estas fiestas, ya dolorosas, aún más
difíciles", señalaron.
Además de los 12 muertos, 58 personas fueron heridas en el
tiroteo. Según testigos e investigadores, el presunto autor, James
Holmes (24 años), habría lanzado gases en la sala antes de abrir
fuego.
En su carta, las familias afirman que el cine -al que demandaron
por su falta de seguridad- nunca se puso en contacto con ellas, ni
expresó sus condolencias.
Además, califican la invitación de "repugnante" y "ofensiva para
la memoria de nuestros queridos desaparecidos".
"Nosotros, las familias, consideramos su golpe publicitario
apenas velado como lo que es: una oportunidad perfecta para tomar
distancia (del drama) y distraer la atención del público sobre su
culpabilidad en esta masacre", agregaron.
"No asistiremos a su reapertura no usaremos todos los medios
sociales a nuestro alcance para pedir a las demás víctimas y a sus
amigos y familiares que nos rindan homenaje boicoteando" la velada.
Cinemark luego de esto todavía no había reaccionado.
La masacre de Aurora reavivó el debate recurrente sobre el
control de armas en Estados Unidos, que volvió a poner sobre el
tapete la matanza de Newtown (estado de Connecticut) el mes pasado,
que dejó 26 muertos, de los cuales 20 niños.