Otto Chaviano, un legado

VIRGINIA ALBERDI BENÍTEZ

Entre quienes aportaron elementos creativos a la visualidad de las artes escénicas cubanas en el transcurso de la segunda mitad del siglo pasado y la primera década de esta centuria, hay que contar con Otto Chaviano.

Foto: Alex CastroEn Arte y Moda 2012, Otto Chaviano recreó una obra original de Lesbia Vent Dumois.

Su legado se expresa en la cubanía que impregnó a sus trabajos, en la fantasía que desplegó en sus diseños y en la inteligencia con que supo saltar por encima de eventuales precariedades materiales para hallar soluciones válidas y convincentes.

Un nutrido grupo de compañeras y compañeros de las instituciones en que laboró y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) despidió en la Necrópolis de Colón el pasado sábado 29 a Otto, quien había fallecido la víspera víctima de una prolongada dolencia cardiovascular a los 76 años de edad.

Desde la década de los sesenta realizó decenas de diseños escenográficos y de vestuario para el Ballet Nacional de Cuba, el Teatro Lírico Nacional, el cabaret Tropicana (donde colaboró estrechamente con el maestro Santiago Alfonso) y el Ballet de Camagüey, compañía esta a la que se unió en los momentos de su fundación.

En 1990 obtuvo el primer premio en el Concurso de Diseño Escenográfico Rubén Vigón y fue condecorado con la Distinción por la Cultura Nacional y la Medalla Alejo Carpentier.

Durante los últimos años se contó entre los principales animadores de Arte y Moda, no solo con sus imaginativos trabajos sino también alentando a los más jóvenes diseñadores a relacionarse e interpretar las propuestas de las artes plásticas de esta singularísima pasarela.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir