Fuentes de la Delegación Provincial del Ministerio de la
Agricultura explicaron a Granma que el enfrentamiento al
dañino coleóptero (Hypothenemus hampei) se hace de manera
combinada e incluye medios biológicos, mejor manejo agrotécnico
(limpia y regulación de sombra) y colocación de trampas en las áreas
afectadas.
Leosvaldo Cruz Duardo, especialista de la rama en la provincia,
explicó que ante la imposibilidad de eliminar completamente la
llamada broca, un gusano que taladra el grano y por tanto afecta
sensiblemente la calidad y la cuantía de la producción, resulta
estratégico continuar elevando la cultura de los caficultores para
limitar la presencia de la plaga, propósito que viene prosperando de
manera notoria en el lomerío.
Hasta la fecha el 80 % del café recibido en plantas de despulpe
clasifica con índices de primera y segunda calidad (de 0 a 10 % de
imperfección del grano), resultado de la mejoría experimentada en la
salud de los cafetales, de las atenciones culturales a las
plantaciones y del estímulo por los precios aprobados para la
comercialización del producto.
A pesar de algunos problemas con la fuerza de trabajo y de la
incuestionable depresión de los últimos años, tanto la zona de Topes
de Collantes como la de Gavilanes, junto a las regiones de
Manicaragua, en Villa Clara, y Cumanayagua, en Cienfuegos, se
mantienen entregando una producción de excelencia.
Según Cruz Duardo, el incremento de los rendimientos agrícolas en
relación con el año precedente ha contribuido significativamente a
compensar el decrecimiento de unas 300 hectáreas que por razones de
renovación de los cafetales se reporta en la actual cosecha.