A simple vista muchos ignoran lo que ese pequeño colectivo es
capaz de alcanzar con lo que tiene. Para lograrlo hay que adentrarse
en sus reducidas áreas y comprobar el sentido de ahorro existente.
Los niveles de conservas que hoy registra, con el empleo de
escasos medios, demuestran las posibilidades de las llamadas
minifábricas y lo que significa aprovechar materias primas que antes
quedaban en los campos o eran rechazadas.
Aunque el tomate ocupa gran parte del año, también son de interés
el mango, la guayaba, la cebolla, el ajo y muchos renglones más,
acopiados en las 3,5 hectáreas sembradas en El Roble, en los
restantes suelos de la Camilo Torres o de otras cooperativas.
La iniciativa de su personal rescató elementos técnicos
declarados inservibles y mediante ajustes y modificaciones, los
devolvió a la vida productiva.
Con escasos recursos la planta mejora sus condiciones de trabajo
y de operación y, por ejemplo, hasta la fecha rebasa las 75
toneladas de productos avalados por su alta calidad.
Los "finqueros" admiten que lo más significativo en lo económico
es la cercanía entre el campo y la fábrica.
Puntos de venta y otros destinos, incluidos municipios próximos a
Bejucal, comercializan, bajo contrato, las variedades que producen
solo seis obreros, casi todos mujeres.
El grueso del equipo, se encarga de fregar y dejar los envases
que retornan, o los que adquieren en el mercado, listos para una
nueva campaña. La disponibilidad de recipientes para envasar
constituye, según apunta Lázaro Valdés, el administrador, el
problema más grave dadas las dificultades para que la presencia, y
el tamaño y su contenido, sean parejos y puedan cubrir las demandas.
El impulso de estas minifábricas de conservas obedece, en lo
fundamental, a la creación de la agricultura suburbana y lo que
representa para aprovechar el máximo de recursos que antes, al no
cubrir las exigencias del destinatario, se dedicaban al consumo
animal o se perdían.
La agricultura suburbana de Bejucal, en Mayabeque, elogia la
organización y el grado de excelencia de esta minindustria, piezas
fundamentales en el empeño de conseguir bajar los costos productivos
y asegurarle al municipio frutas y hortalizas encurtidas en épocas
no ideales para estos cultivos.