Todo calificativo de los lugareños lleva una dosis de optimismo: 
			"Ahora sí se está haciendo un trabajo con calidad", "esta reparación 
			debe durar unos cuantos años"... Atrás quieren dejar el recuerdo 
			malo de trabajos deficientemente ejecutados en el vial y de no pocos 
			momentos, como los recientes, en que solo los vehículos de triple 
			tracción y algunos "yiperos" se arriesgaban a vencer el endiablado 
			camino, empeorado con el paso del huracán Sandy. 
			La reparación la emprende un colectivo del Ministerio de la 
			Construcción en la provincia, integrado por trabajadores de la 
			Brigada de Viviendas y del contingente Emilio Daudinot Bueno. Este 
			vial comunica directa o indirectamente a comunidades del Realengo 
			18, sitio insigne de las luchas del campesinado cubano por el 
			derecho a la tierra que trabajaban, y donde machete en mano Lino de 
			las Mercedes Álvarez, al frente de humildes agricultores, enarboló 
			la consigna de ¡Tierra o sangre! contra los geófagos capitalistas.
			
			Los constructores también saben de la trascendencia económica y 
			social de la obra que ejecutan. En San Fernando y otras comunidades 
			cercanas como Baltasar, El Güiral, Saltadero, El Lechero, La Yúa y 
			La Lima se cosechan considerables volúmenes de viandas (plátano, 
			ñame, malanga, boniato, yuca), de café, frutas y granos como el maíz 
			y el frijol, muchos de los cuales deben extraerse por ese vial.
			En San Fernando funciona un hospital construido por la 
			Revolución, al cual en estos últimos tiempos no podía acceder la 
			ambulancia de montaña por el deterioro de la carretera, cuenta 
			Isolina Tiope Fonseca, expresidenta de ese Consejo Popular de algo 
			más de 3 500 habitantes, y agrega que la necesidad de mejorar el 
			vial ha sido de manera reiterada el principal planteamiento de los 
			electores de esa demarcación.
			Lo relatado corrobora la importancia de remediar bien el camino, 
			tarea que exige el tiro estimado de 38 mil 200 m³ de tierra de 
			relleno desde una cantera ubicada en Bombí, a siete kilómetros de 
			Bayate. También requiere de la perfilación, el riego de agua y la 
			compactación. 
			Previamente, mediante un buldócer, trabajamos en la corrección de 
			los huecos y zanjas que hacían el camino intransitable. Es decir, 
			primero aseguramos el paso de los vehículos hasta San Fernando y 
			ahora nos enfrascamos en el resto de las actividades, relata Santos 
			Javier Compte, jefe de los constructores.
			Expresa el veterano técnico que desde hace varias jornadas a los 
			equipos disponibles se sumó una motoniveladora y un compactador 
			(cilindro), lo cual les ha permitido incrementar el ritmo de 
			ejecución. "Ahora no podemos hablar de problemas con el 
			equipamiento, si algo nos afecta son los baches en el suministro de 
			petróleo, situación que se agrava con la distancia de la cantera de 
			tierra de relleno, tramo que aumentará en la medida en que avancemos 
			hacia San Fernando", puntualiza.
			Pero ambas dificultades —sentencia— no nos van a mellar. El 
			combustible debe estabilizarse y si bien la cantera está lejana ella 
			garantiza lo más importante: la calidad del mejoramiento, probado 
			con éxito en viales aledaños. 
			Asegura Santos que en la corrección del tramo pantanoso de El 
			Güiral emplearán una capa de granzón (piedras de pequeño tamaño 
			extraídas de un río) y opina que es una lástima que la reparación 
			actual de la carretera no incluya el tratamiento con hormigón 
			hidráulico de la loma de Saltadero, sitio más peligroso de este 
			camino serrano y más vulnerable a su destrucción por las correntías 
			del agua de lluvia. 
			La decisión enarbolada por Santos Javier Compte para asegurar la 
			calidad del vial, también la comparten el resto de los 
			constructores, tal y como expresaron a este reportero el recibidor 
			de tierra Rogelio Fáez Soto y el joven operador de motoniveladora 
			Adrián Savón Osoria, quien heredó de su padre, Vicente Savón 
			Milanés, el arte y la pasión de conducir ese tipo de equipo pesado.