La lección de los caficultores de Segundo Frente

Eduardo Palomares Calderón

La mejor lección sobre recuperación cafetalera acaban de recibirla más de 200 directivos, especialistas y productores líderes del grano en Cuba, al constatar en el municipio santiaguero de Segundo Frente, que ni la furia del huracán Sandy podría detener las transformaciones emprendidas en sus cafetales.

Foto del autorEl ingeniero Alexis Legrá reconoció la calidad de la rehabilitación cafetalera acometida en la Finca Mícara.

Oportuno resulta recordar, como reflejara Granma el 4 de octubre en el reportaje Segundo Frente trabaja para devolverle la vitalidad a sus cafetales, el impulso que acorde con el Lineamiento 194, de la Política Económica y Social aprobada en el Sexto Congreso del Partido, brindan a este cultivo sus 42 estructuras productivas.

Dirigido a revertir el inadmisible decrecimiento del importante rubro exportable, el esfuerzo de hombres y mujeres contagiados por el infatigable especialista Ernesto Bueno Mengana, había logrado en los tres últimos años rehabilitar 696 hectáreas, y renovar 1 696 con el máximo rigor tecnológico.

Realmente nunca había lucido tan bonito el lomerío, al exhibir intercalados entre hileras de cafetos en ciernes los más variados cultivos de viandas, granos y frutales, libres de malezas y bajo la fresca temperatura proporcionada por la sombra y la humedad reinantes.

La dirección de café del Ministerio de la Agricultura designó a la Empresa Agropecuaria y Forestal Sierra Cristal, para mostrar la validez del proyecto en un taller nacional programado para mediados de diciembre, sin sospechar que en la madrugada del 25 de octubre todo quedaría sepultado bajo los cientos de árboles derribados sobre los cafetales.

La destrucción parecía echar por tierra el encuentro, pero al ver al día siguiente a jefes, campesinos y trabajadores, abriendo brechas entre gajos y troncos para recoger tres mil latas en duras condiciones, y conocer su disposición de recuperarse de inmediato, el ingeniero Alexis Legrá Calderón, director Nacional de Café y Cacao expresó que además de exponer el dominio adquirido en el desarrollo del proyecto, mostrarían algo que hace mucha falta hoy, como es la disciplina, el sentido de responsabilidad y el espíritu de lucha de esta histórica serranía frente a las adversidades.

DESDE CONCEPCIÓN A MÍCARA

Aunque cualquiera de las UBPC, cooperativas agropecuarias o de crédito y servicios, productores individuales y granjas de las FAR y el MININT, podría demostrar que todas las formas productivas dan café, acertado resultó escoger a la finca La Carolina del joven productor Wilber Sánchez Carbonell, para iniciar el intercambio.

Desde hacía 13 años la finca de su fallecido suegro permanecía abandonada, hasta que el 17 de noviembre del pasado año el técnico en sistemas eléctricos dejó atrás su natal Mayarí Arriba, y decidió subir a la montaña para transformar las 16 hectáreas infectadas de maleza.

"Yo no sabía nada de café —confesó Wilber al auditorio—, pero veía cómo mejoraban las áreas renovadas, y bajo el asesoramiento de Ernesto Bueno empecé a dar machete para limpiar, a hacer las cosas como me explicaban. Así, después de tantos años sin entregar una sola lata de café al Estado me planificaron 80 y aporté 160.

"Sandy fue el otro reto —agrega—, porque ya empezaba a ver el resultado del trabajo y me lo destruyó todo. Pero tenía un compromiso con la familia y conmigo mismo, de ahí que sacamos los palos, enderezamos cada matica virada, repusimos las trozadas y continuamos recuperando el café simultáneamente con la producción de alimentos".

De cero igualmente partió la granja del Ministerio del Interior con sus 54 admirables hectáreas localizadas en Concepción, donde su administrador Carlos Legrá Pileta señala que sobre la marcha fueron aprendiendo la técnica de renovación del café y aplicación del pluricultivo con las viandas, granos y frutales.

"Esto es lo que hace falta hacer en las nueve provincias cafetaleras, el país no puede seguir comprando café, necesita que la gente trabaje con este rigor, con disciplina y mediante un sistema que asegure la renovación, el sellaje en las plantaciones, el intercalamiento, y otros aspectos que no andan bien", precisó Alexis Legrá.

Al decir de Ernesto Bueno todos los participantes conocen de café, pero el programa exige audacia y consagración, la debida capacitación y el estricto control de cada actividad, para dominar cuántas matas poseen, la cantidad de árboles, el estado de los viveros, el dinero invertido, los ingresos y el aporte a la economía.

Después de varias cosechas de estimados inciertos por ese camino enrumbó la UBPC La Juba, y como expresión del sostenido trabajo acometido en sus áreas el jefe de producción, Alcibiades Betancourt Serrano refiere que hasta los cafetos con dos años contribuyeron en las 6122 latas con que cumplieron el plan fijado en 5 500.

"Ese es el ambiente que predomina en nuestros más de mil productores —aseguró Enio Cuba Samé, jefe de café en la empresa anfitriona—, la gente no quiere salir del campo y junto a ellos está la dirección de nuestra entidad, como sucedió tras la afectación con la recogida de café".

Impregnadas de ese sano orgullo aguardaron a los visitantes la administradora de la UBPC Tumba Siete, Magalys Jardines Gondres, y la jefa de producción de la Finca Mícara, Yolisbeydis Salazar Moracén, para reafirmar las bondades de la rehabilitación y la tecnificación acometida el pasado año en cuatro hectáreas.

Consideradas entre las mejores de Cuba se trata de un regalo para la vista y el sentir de cualquier caficultor, donde el 95 % del café acopiado clasificó de primera, cualidad demandada por el país para garantizar un grano de calidad exportable, ya que la media nacional apenas ronda el 55 % del cerezo procesado.

"Es indudable que están trabajando fuerte, con seriedad y amor, para alcanzar las 350 latas que se proponen por hectárea, el cafetal refleja lo que hace el hombre", consideró Ricardo Matos Guilarte, seleccionado por sus resultados en el municipio guantanamero de Maisí como el mejor productor de café oro en la nación.

EJEMPLO PARA EL PAÍS

La proeza de los caficultores del Segundo Frente al sacar de sus plantaciones los árboles derribados por el ciclón, concluir la cosecha y recuperar los cafetales para acoger a los mejores exponentes del cultivo en la nación, consolida sin duda alguna el ejemplo que ya venían mostrando en el programa de recuperación integral.

Según el ingeniero Legrá Calderón, el resto del país aún está lejos de compararse con este municipio, ya que sobre todo en provincias del centro y occidente aún se mantienen muchas plantaciones sin renovar, áreas despobladas, problemas con la producción de posturas y la calidad del grano.

En igual sentido insistió en la necesidad de elevar el manejo en los cafetales y cosechas, de mejorar las variedades, extremar la aplicación del manual de enfrentamiento a plagas como la broca e incrementar la cultura de saneamiento a las plantaciones mediante la aplicación de medios biológicos.

A tono con el taller desarrollado informó que a partir del día 9 del venidero mes de enero, se desarrollarán acciones de capacitación similares en las 32 empresas cafetales cubanas, para incorporar dos mil productores de avanzada a este programa, cuyas fincas deben convertirse en escuelas para el resto de los caficultores.

"Nuestros productores aportan el 75 % del café en Cuba —enfatizó—, y como campesinos se garantizan por la vergüenza y consagración al trabajo, de ahí que estamos seguros de llegar al 2020 con la consolidación del programa de desarrollo cafetalero que para sustituir importaciones nos ha pedido la dirección del país".

 

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