 A 
			casi 40 se elevan las muertes violentas desde la víspera de Navidad 
			en el estado de Jalisco, al oeste de México, según versiones de 
			prensa desde el lugar de los hechos.
A 
			casi 40 se elevan las muertes violentas desde la víspera de Navidad 
			en el estado de Jalisco, al oeste de México, según versiones de 
			prensa desde el lugar de los hechos.
			Aunque las autoridades locales niegan cualquier información al 
			respecto, algunas fuentes aluden a 15 los fallecidos en el último 
			choque reportado entre militares y presuntos sicarios ocurrido en 
			las afueras del poblado de Pihuamo, a unos 300 kilómetros de 
			Guadalajara, la capital de ese estado.
			Los sucesos más cruentos ocurrieron en los límites de Jalisco y 
			Michoacán, y en poblado como Briseñas, Qutúpan y San Marcos 
			(Michoacán) y de Yotlán y Jilotlán de los Dolores (Jalisco).
			La Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco confirmó que fueron 
			hallados decapitados cuatro policías municipales, junto a un civil, 
			secuestrados cerca de la Plaza de Toros, Los Naranjitos, del 
			Municipio de Pihuamo.
			Algunos de estos incidentes violentos son atribuidos a 
			enfrentamientos entre los cárteles Los Caballeros Templarios, con 
			zona de operaciones en Michoacán, y Nueva Generación, de Jalisco, 
			por el control de la zona.
			Además de fortalece los límites entre ambos estados con personal 
			de los Centros de Protección Ciudadana, el Ejército mexicano envió 
			más tropas y unidades blindadas y realiza patrullajes por tierra y 
			aire para garantizar la tranquilidad.
			La lucha en México contra el crimen organizado y las disputas de 
			los cárteles dejaron más de 60 mil muertos en el sexenio del ex 
			presidente Felipe Calderón.
			El actual mandatario, Enrique Peña Nieto, quien asumió el cargo 
			el 1 de diciembre pasado, anunció la permanencia del Ejército en las 
			calles y también la creación de una gendarmería capacitada y 
			profesional para enfrentar delitos de esa naturaleza.