El
destituido presidente de Paraguay, Fernando Lugo, confirmó hoy que
encabezará la lista de senadores por el Frente Guasú a las próximas
elecciones previstas para abril de 2013.
Destacó que esa fuerza política reúne a las organizaciones de
izquierda y a varios movimientos sociales, la cual representa la
tercera fuerza política de esa nación.
Lugo dijo que en febrero próximo se inicia el período de campañas
electorales en Paraguay, que se extenderá por 60 días, proceso en el
que el Frente Guasú presentará al líder campesino Aníbal Carrillo y
Luis Aguayo como dueto para aspirantes en la carrera por la
presidencia.
Describió la difícil situación que vive Paraguay por estar
aislada política y diplomáticamente luego de las sanciones impuestas
por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Mercado Común
del Sur (Mercosur).
Calificó las medidas como "una sanción a la clase política que
gestó el golpe de Estado parlamentario", que vivió esa nación
suramericana en junio pasado.
Sobre la posibilidad de que dichas sanciones sean eliminadas tras
los comicios venideros, explicó que las elecciones no blanquearán lo
que ha pasado, aun cuando las autoridades actuales insisten en que
en el país existe el estado de derecho y la democracia.
Pero, opinó, continúan sin explicar las razones que condujeron la
asonada parlamentaria.
"No será fácil retomar las relaciones internacionales de
Paraguay", dijo Lugo, tras manifestar que espera que estas mejoren
luego del proceso comicial.
Agregó que el sentido común indica que hay que tener "buenas
relaciones con los vecinos" y fomentar la integración, aun cuando
Paraguay sostiene relaciones económicas con Brasil y Bolivia.
Consideró que el aislamiento con las organizaciones regionales
afecta lo cultural, entre otros aspectos de la vida nacional.
Al concluir el encuentro con Correa, en el Palacio de gobierno de
Carondelet, en Quito, Lugo obsequió a Correa un libro que contiene
un acercamiento jurídico a los sucesos ocurridos en junio, desde las
perspectivas de académicos de Chile, Brasil, Argentina y Paraguay.
Ecuador fue uno de los países de la región que rechazó el golpe
en Paraguay y se sumó a la posición de condena emitida por la Unasur
y el Mercosur.