El
presidente egipcio, Mohamed Morsi, llamó hoy a sus opositores al
diálogo para resolver las diferencias y aseguró que la recién
aprobada Constitución garantiza los derechos de todos los
ciudadanos.
En una alocución a todo el país horas después de refrendar la
carta magna, Morsi asumió la responsabilidad "por lo errores
cometidos en el período transicional" que llamó a culminar para
sacar el país de su actual situación después de dos años "de grandes
costos económicos y de seguridad".
Calificó de normales y saludables las diferencias surgidas
durante el proceso de redacción y debate del proyecto
constitucional, pero criticó a "personas que no distinguen entre los
legítimos derechos del pueblo y la violencia".
La alusión está dirigida a los organizadores de protestas durante
más de dos meses, varias de ellas frente al Palacio Presidencial en
esta capital, y en ciudades del interior, durante las cuales
murieron 17 personas y cerca de mil resultaron heridas, según
estimados.
"El debate político es normal en una sociedad como la egipcia.
Saludamos las diferencias de opinión, pero rechazamos la violencia",
dijo.
Calificó la Constitución como una evidencia de la voluntad del
pueblo, que la aprobó con 63,8 por ciento de los votos emitidos y un
nivel de abstención próximo al 32 por ciento.
Ello en medio de críticas de los opositores del Frente de
Salvación Nacional (FSN) que la denuncian por ignorar los derechos
de las mujeres, los niños y las minorías.
La dignidad de todos los egipcios, sin distinción, los que viven
en el país y en el extranjero, está garantizada en este documento,
que además reconoce el derecho al empleo, la salud, la educación y
la vivienda, afirmó el primer magistrado en su discurso difundido a
través de la radio y la televisión.
Recordó que las dos rondas del referendo, los sábados 15 y 22 de
este mes, "fueron supervisadas por jueces calificados y observadas
por organizaciones no gubernamentales que pueden dar fe de la
transparencia del proceso".
Insistió en convocar a la oposición a un diálogo constructivo
para "elaborar una hoja de ruta para el futuro del país bajo el
imperio de la ley" y subrayó que "en Egipto terminó la era de un
solo pensamiento", en alusión al derrocado régimen de fuerza del
presidente Hosni Mubarak en enero de 2011.
El mandatario anunció que en breve se reunirá con el primer
ministro Hicham Qandil para determinar los cambios en una
reestructuración ministerial sobre la cual circulaban versiones,
pero que carecía de confirmación oficial.
Mientras, se supo que los miembros del FSN están reunidos para
adoptar una posición común ante la proclamación de la carta magna y
después de trascendidos en el sentido que los integrantes de esa
agrupación podrían concurrir a los comicios parlamentarios en listas
comunes.
Tras la promulgación de la Constitución, el Gobierno debe
convocar en el plazo de dos meses a elecciones para la Asamblea
Popular, la cámara baja del Parlamento, disuelta en junio pasado por
la junta militar que dirigió el país desde la renuncia de Mubarak
hasta los comicios presidenciales de mayo y junio de este año.