Este
ducto -que une el este siberiano con la costa pacífica y que se mide
más de cuatro mil kilómetros de largo- le permitirá a Rusia exportar
más petróleo a los países asiáticos y reducir así su dependencia de
la venta de crudo a los mercados europeos.
El presidente, Vladimir Putin, participó en la ceremonia de
apertura en la ciudad de Khabarovsk, en el lejano oriente ruso, por
medio de una videoconferencia.
Algunos analistas creen que Rusia no tiene la capacidad de
producir suficiente petróleo en sus campos del este siberiano como
usar plenamente el nuevo oleoducto.