Santiago de Cuba.—
Un céntrico parque de árboles con troncos segados por el huracán
Sandy, pero colmado de alegres niños, acogió en el histórico poblado
de El Cobre la actuación de la Compañía de Teatro La Colmenita.
"Estamos aquí al lado de nuestros hermanos santiagueros —expresó
su director Carlos Alberto Cremata—, para trabajar para los niños y
sus familiares, tras el duro golpe que fue el huracán Sandy. Igual
que en Holguín, nos hemos encontrado a un pueblo de pie, batallador
y alegre".
Meñique, extraída de la Edad de Oro de José Martí, y
un cierre con la música de Adalberto Álvarez y los Van Van de Juan
Formell, fue el regalo de la Compañía, en el cual pequeños y grandes
espectadores se integraron a partir de la magia y el amor con que el
elenco suele motivar cualquier auditorio.
La pequeña María Cala Cremata, convertida en un adorable Meñique,
y Lilita Sosa González, baterista del grupo musical, expresaron a
Granma que más que entregar han recibido, pues nunca olvidarán
cómo mientras daban su arte en El Caney, para poder vestirse y
maquillarse una mujer y sus dos hijos les brindaron, su propia casa.
Tras haberse presentado también en Palma Soriano y San Luis, La
Colmenita proseguirá sus actuaciones para damnificados por el
huracán en Siboney, Cayo Granma y el centro urbano Abel Santamaría,
luego sostendrá encuentros con proyectos infantiles santiagueros y
concluirá el día 28 con un espectáculo en el polígono del antiguo
Cuartel Moncada, hoy Ciudad Escolar 26 de Julio.