Díaz destacó que se trata de un homenaje a la persistencia y la
solidaridad humanas y de recuperar un tema cubano, que las películas
hollywoodenses han ocultado al diluir el contexto original donde se
desarrolla el drama de Santiago y el gran pez.
Dijo que para el montaje acudió a los integrantes de Mimo Teatro
de La Habana y a la colaboración de la antológica titiritera Miriam
Sánchez, quien dio vida a Manolín, el niño que estimula al
protagonista a continuar en su tarea de capturar una gran aguja en
la corriente del Golfo de México.
También subrayó que fue la primera ocasión que se lleva al arte
de la mímica la novela que le mereció a Hemingway el Premio Pulitzer
y pesó en la decisión de otorgarle en 1954 el Nobel de Literatura.
Ramón Díaz también es un ejemplo de persistencia, Durante décadas
ha dedicado su talento al fomento de la pantomima en Cuba y cuenta
con reconocimiento internacional.