Gobierno colombiano y FARC-EP concluyen segundo ciclo de diálogos

Sergio Alejandro Gómez

Con avances concretos en la participación ciudadana y centrados en los debates sobre desarrollo agrario integral, los representantes del gobierno colombiano y los delegados guerrilleros concluyeron este viernes el segundo ciclo de la mesa de paz, que acumula ya 21 sesiones y cien horas de intercambios en La Habana.

Fotos: Juvenal Balán Neyra
Miembros de la delegación de paz del gobierno de Juan Manuel Santos, que encabeza Humberto de la Calle (segundo de derecha a izquierda).

El exvicepresidente colombiano Humberto de la Calle, líder de la delegación gubernamental, aseguró en el Palacio de Convenciones de la capital cubana que recibirán el nuevo año con "renovada decisión de trabajo para no dejar perder esta oportunidad, con cautela, pero también con esperanza".


Representantes de la guerrilla, liderados por el comandante Iván Márquez (tercero de derecha a izquierda).

Ante una pregunta de Granma en rueda de prensa sobre la capacidad de ciertos sectores de poder para boicotear los diálogos, el delegado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) Andrés París, se mostró convencido de que "en este momento" son "mayoritarias" las fuerzas que impulsan la paz en Colombia.

La mesa retomará las conversaciones a mediados de enero para continuar las discusiones sobre la problemática de la tierra, un asunto que "está ubicado en el centro" del conflicto colombiano, según afirmó el comandante Iván Márquez, líder de la delegación guerrillera.

Este es el primer punto de la agenda establecida en el Acuerdo General de La Habana, que incluye también las garantías para la partición política, el fin del conflicto en sí mismo, la solución al problema de las drogas ilícitas, los derechos de las víctimas y la refrendación de la paz.

"El reto es grande, nos quedan aún cinco puntos más, todos sensibles y vitales", precisó por su parte De la Calle, tras referir que el fin de los diálogos es que las FARC-EP se conviertan "en una organización política legal", dentro de un marco de garantías para ambas partes.

Para lograrlo —precisó De la Calle— los guerrilleros "no tienen que abandonar su ideología y el gobierno no tiene que cambiar su modelo de sociedad".

Sin embargo, el comandante Márquez enfatizó que no se logrará la paz sin "remover las causas del conflicto" y hacer cambios en el modelo de sociedad, que en últimas es el responsable de la "desigualdad y de la exclusión en Colombia".

En una declaración de prensa leída por el propio guerrillero, se añade que "el propósito de fondo de este emprendimiento es la búsqueda de la justicia social", que debe ser la base de la "reconciliación y la reconstrucción del país".

La guerrilla insistió en que han cumplido con el cese el fuego unilateral ofensivo declarado desde el 20 de noviembre y que se extenderá hasta el 20 de enero próximo. Asimismo, reiteraron que la opción "ideal" sería un acuerdo bilateral para detener las hostilidades y darle a Colombia "un 2013 en paz".

El delegado guerrillero Ricardo Téllez explicó que las partes llegaron a la mesa de conversaciones por un "equilibrio de fuerzas" en el que el gobierno no ha logrado vencer militarmente a los guerrilleros ni estos han logrado acceder al poder mediante las armas. Por eso —insistió— hay que sentarse a dialogar.

A continuación reproducimos íntegramente el Comunicado Conjunto emitido por la mesa de conversaciones:

Comunicado Conjunto # 8

 

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