Las
ventas masivas de armas de fuego en Estados Unidos aumentan las
probabilidades de masacres de civiles, de ataques contra fuerzas
policiales y el tráfico ilegal hacia el extranjero, denunció hoy el
foro Violence Policy Center (VPC).
El mercado civil de armamentos ha sido convertido en un bazar de
la militarización por empresas del sector, organizaciones
conservadoras como la Asociación Nacional del Rifle y otros grupos
norteamericanos similares, subrayó el grupo no gubernamental en su
página de Internet.
La industria de las armas se ha vuelto dependiente de productos
con estilo castrense y por medio de la publicidad hacen creer a la
ciudadanía que lo realmente moderno es comprar los mismos fusiles
que usan los soldados en combate, comentó el VPC.
El asesino de los niños en Newtown, Connecticut, usó el viernes
un AR-15, fusil que también utilizó James Holmes para la matanza en
el cine de Colorado en julio último y además Jacob Roberts, quien
disparó la semana pasada contra varias personas en Portland, Oregon.
Hoy día 11 de cada 15 artículos que venden en Estados Unidos
compañías como Smith & Wesson, Bushmaster, Rock River, Stag Arms
y Armalite son armas de asalto con gran poder de metralla y recarga
automática.
Este tipo de pertrechos están prohibidos en el norteño país por
una ley de 1994, pero la normativa expiró en 2004 y no ha sido
reactivada por el Congreso, que ahora paradójicamente pretende
iniciar el análisis de una nueva reglamentación sobre el mismo
asunto.
El AR-15 es una versión popular de los profesionales M-16 and M-4
y tienen una recámara de 223 municiones de 5,56 milímetros. Más de
320 personas fueron asesinadas en 2011 en Estados Unidos con este
modelo de fusil, según reporte del FBI.
Se calcula que al menos tres millones de AR-15 permanecen en
manos privadas en este país junto con otro gigantesco arsenal de 307
millones de disímiles armas de fuego, que arroja un total de casi un
instrumento mortífero por cada habitante.
Las compras de armas personales se dispararon en Estados Unidos
luego de la reelección presidencial de Barack Obama y en el inicio
de la temporada navideña el alza fue de 20 por ciento.
Encuestas de opinión indicaron que millares de ciudadanos temen
que el mandatario demócrata anule leyes relacionadas con la segunda
enmienda y signe convenios internacionales adelantados por Naciones
Unidas para regular el comercio de estos pertrechos.
En el último Viernes Negro (jornada de rebajas por comienzo de
etapa navideña) se emitieron un total de 154 mil 873 cheques para
adquisición de armas lo que significó un incremento de 20 por ciento
con respecto a 2011, cuando esta cifra fue de 129 mil 166.
Las ventas de rifles AK-47 y AR-15 se duplicaron desde que Obama
llegó a la Casa Blanca en 2009 y el gobernante mencionó que podría
sugerir una prohibición general para fusiles de mayor calibre.
Unos cinco millones de armas de fuego son fabricadas cada año en
el país con el mayor inventario en manos privadas. La Segunda
Enmienda de la Constitución, aprobada en 1789 y reactivada en 1791,
afirma que todo individuo será amparado por la ley si decide portar
un arma.