Estados
Unidos debe retirar las tropas que mantiene en Afganistán lo más
pronto posible y de manera segura, antes del plazo previsto para
finales de 2014, señala hoy un editorial del diario The New York
Times.
Resulta innecesario mantener 68 mil efectivos en el país asiático
hasta esa fecha, que es el límite fijado por Washington y la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Estados Unidos necesitó una década y 39 mil millones de dólares
para reclutar, entrenar y equipar las fuerzas de seguridad afganas,
integradas por 350 mil miembros, incluyendo el ejército y la
policía, que se supone defiendan el país cuando los militares
norteamericanos regresen a casa.
Pero incluso después de esta inversión considerable en
Afganistán, el Pentágono reconoce hoy que solo una de las 23
brigadas del Ejército Nacional del país asiático es capaz de operar
de forma independiente sin el apoyo aéreo o de otro tipo de Estados
Unidos y la OTAN, agrega el editorial del periódico.
A partir de junio de 2013 los afganos deben hacerse cargo del
mando de las operaciones militares, e incluso sería un desafío
lograr que sean capaces de hacerlo para finales de 2014, según
reconoció recientemente el Departamento de Defensa.
Los problemas tienen raíces profundas y es poco probable que se
resuelvan en el año y medio que resta para la retirada, porque las
unidades afganas aún dependen demasiado de su contraparte
estadounidense en cuanto al poderío aéreo, comunicaciones,
inteligencia, logística y mando de las tropas, añade el editorial.
Un estudio del Congreso de Estados Unidos publicado en septiembre
pasado señaló que EL 20 por ciento de las tropas del país asiático
desertan del ejército, donde generalmente las unidades solo tienen
la mitad de la plantilla autorizada; y la situación de la policía es
mucho peor, porque existe un nivel creciente de corrupción.
El New York Times concluye que el gobierno del presidente Hamid
Karzai está minado de corrupción y es incapaz de brindar servicios
básicos al pueblo.
Más de dos mil 170 muertos han tenido las fuerzas militares
norteamericanas desde 2001 hasta la fecha en Afganistán.