El presidente
sudafricano, Jacob Zuma, ratificó hoy que el partido de gobierno
Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés) sigue
siendo la única esperanza para los pobres y los excluidos.
Al inaugurar la reunión cumbre del ANC, con la asistencia de
cuatro mil 500 delegados, subrayó que el objetivo ahora es continuar
la industrialización "en nuestro continente, para ampliar los
motores de crecimiento más allá de las minas, el petróleo y la
agricultura".
El dignatario señaló que después de haberse estabilizado la
democracia en los últimos 18 años con la caída del régimen del
apartheid y la asunción al poder de su partido, liderado por Nelson
Mandela, el ANC está listo para llevar al país a una segunda fase.
En esta nueva etapa, dijo, "nos vamos a concentrar en la
realización de la libertad socioeconómica" con el objetivo de
aumentar el nivel de vida a los más pobres y continuar con la
reducción de las desigualdades.
Los datos revelados por el último censo mostraron progresos en el
bienestar de la mayoritaria población negra del país, pero todavía
siguen siendo grandes las diferencias en aspectos como salarios,
empleos y acceso a la educación.
Al referirse a la situación del país, Zuma opinó que "queremos
combatir la impresión de que Sudáfrica está en pedazos" y anunció
medidas como la creación de nuevos puestos de trabajo y mejorar
todos los sectores, sobre todo el de educación.
Este Estado del África austral vivió convulsiones sociales en el
segundo semestre de este año cuando los trabajadores de la mina de
platino Marikana iniciaron una huelga en agosto que se extendió por
casi todo el sector extractivo.
Durante más de dos meses empleados, directivos de las compañías
mineras y el Gobierno intentaron contener la furia de los mineros
que reclamaban mejores salarios y condiciones de vida.
El mandatario remarcó que la lucha hacia la prosperidad será
larga y ruda, pero recalcó que el ANC "sigue siendo la única
esperanza para los pobres y los excluidos".
En su discurso, el jefe de Estado recordó al líder histórico del
Congreso Nacional Africano, Nelson Mandela, de 94 años, y entonó un
cántico coreado por los miles de delegados.
Mandela permanece internado en un hospital de Pretoria hace ocho
días, donde se recupera de una antigua infección pulmonar.
Al respecto, Zuma reiteró los deseos del pronto restablecimiento
del Premio Nobel de la Paz 1993.