La
cifra de personas muertas o desaparecidas en Filipinas a causa del
tifón Bopha subió hoy a mil 838, informaron las autoridades.
Después de identificar los cuerpos de unos 900 fallecidos, los
equipos de rescate aseveraron ante la prensa que tienen pocas
esperanzas de encontrar con vida a más personas reportadas como
desaparecidas.
El tifón Bopha entró a Filipinas el martes de la semana pasada
por la isla de Mindanao y causó estragos con vientos huracanados e
intensas lluvias que afectaron la región de Visayas y la isla de
Palawan.
Según el Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a los
Desastres, dos mil 660 personas resultaron heridas y las
inundaciones y deslizamientos de tierra dañaron 250 mil viviendas,
de las cuales 60 mil quedaron destruidas completamente.
De los 5,5 millones de damnificados, 59 mil son atendidos en
centros de evacuación, y 759 mil requieren agua y alimentos para
sobrevivir en las provincias de Davao Oriental y Compostela Valley.
Juland Suazo, de la organización no gubernamental filipina
Panalipdan, recordó que la deforestación por el abuso de la
explotación minera incrementó los efectos devastadores de las
inundaciones y los deslaves.
En Mindanao sólo queda un 10 por ciento de los bosques
originales, cuando los científicos indican que la isla necesitaría
al menos un 56 por ciento para no ser tan vulnerable a los desastres
meteorológicos.
Otras causas que incrementan los efectos de las tormentas y
tifones en Filipinas son la falta de infraestructuras en un país
donde casi la tercera parte de la población vive bajo el umbral de
la pobreza.