Por su parte, el portavoz del máximo responsable del Pentágono,
George Little, indicó que 400 especialistas militares viajarán a
Turquía para operar los proyectiles, que se desplegarán en la
frontera entre Turquía y Siria, reporta Russia Today.
Este mismo mes, el jefe de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen,
declaró que EE.UU., Alemania y los Países Bajos estaban preparados
para enviar a Turquía baterías de misiles Patriot.
Según la Alianza, la medida es puramente "defensiva" y con ella
no se pretende influir en el conflicto interno de Siria. Su supuesta
misión será proteger a la población y las infraestructuras turcas de
la amenaza que supone "una guerra al otro lado de la frontera".
Rusia recibió con desaprobación la noticia de la intención de
Turquía de instalar misiles Patriot en su territorio. El canciller
ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que esta medida "incrementará el
riesgo de conflicto armado" y recordó al respecto "la regla del
rifle de Chéjov: si en el primer acto de una obra de teatro aparece
un rifle colgado en la pared, significa que el arma se disparará en
el tercero".