MOSCÚ.—
Rusia y Estados Unidos parecen abocados en una guerra comercial tras
la prohibición de la importación de carne porcina de ese país
norteamericano por el Servicio Federal de Supervisión Veterinaria y
Fitosanitaria (Roseljoznadzor).
Moscú vetó la entrada al país de carne estadounidense de cerdos
alimentados con ractopamina, un aditivo nutricional que estimula el
crecimiento de los animales, especialmente de su masa muscular.
En las granjas norteamericanas prácticamente toda la masa porcina
se alimenta con ractopamina.
Las autoridades veterinarias y fitosanitarias rusas argumentan
que este producto afecta el sistema cardiovascular humano.
Añaden que la inadmisibilidad del uso de la ractopamina en la
fabricación de productos para el mercado ruso fue expresamente
publicada hace más de un año y que la medida aplicada no guarda
relación con la ley Magnitski, calificada de antirrusa.
Rusia es el sexto mayor importador de carne estadounidense, con
una facturación anual superior a los 500 millones de dólares.
Medios de prensa rusos coinciden en que estas regulaciones
facilitarán ventajas competitivas a los productores de China y la
Unión Europea, donde está prohibida la ractopamina.