Los
países subdesarrollados consideran débil el borrador del acuerdo
para un segundo acto del Protocolo de Kyoto, analizado en el último
día de la XVIII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de
la ONU sobre Cambio Climático.
Este documento que circula entre los delegados de COP18 en Doha,
capital del emirato árabe de Catar, establece apenas un recorte de
las emisiones de gases de un 15 por ciento, lo que equivale a las
emanaciones de la Unión Europea y Australia.
Las naciones subdesarrolladas agrupadas en la Red del Tercer
Mundo, lamentan que el documento carezca de ambición y proponga una
duración de ocho años del segundo acto del Protocolo de Kyoto.
Estos países quieren que esa herramienta se limite a cinco años
para evitar alargar la vida de un acuerdo endeble y proponer metas
mejores.
Los países pobres, más castigados por los efectos del cambio
climático, carecen de responsabilidad histórica en el aumento del
calentamiento global, que se manifiesta con una mayor severidad de
los fenómenos extremos.
La representante de la Red del Tercer Mundo, Meenakshi Raman,
dijo que las naciones subdesarrolladas consideran que no debe
existir flexibilidad con las partes que no intervendrán en un
segundo período del Protocolo de Kyoto.
Estas partes son Estados Unidos, que nunca ha ratificado ese
documento y es responsable del 25 por ciento de las emisiones
globales, así como Japón, Rusia o Canadá que han abandonado el
Protocolo.
El pretexto que utilizan es que las economías emergentes no están
incluidas en los recortes obligatorios de emisiones de gases de
efecto invernadero como los países del Anexo 1, que son los
industrializados y que están obligados a reducir su carga de
emisiones.
Como aún faltan algunas horas para la clausura de la Cumbre de
Doha sobre Cambio Climático todavía hay una oportunidad de luchar y
esa responsabilidad cae sobre los hombros de los países en
desarrollo, señaló.