BRASILIA.—
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, reiteró hoy en la Cumbre
de Jefes de Estado del Mercado Común del Sur (Mercosur) la voluntad
integracionista de su gobierno, en contraste con los riesgos que
implica la ausencia de una moneda propia.
En su intervención como observador, destacó que "sobra voluntad,
somos integracionistas, pero un país dolarizado, sin moneda nacional
como recibimos a Ecuador tiene que reflexionar mucho para ingresar a
estos acuerdos y reflexionar sobre las oportunidades y los riesgos".
Calificó la crisis mundial de civilizatoria, y llamó a buscar una
nueva noción de desarrollo, pero, advirtió, dentro de esa crisis se
encuentra la relación de poderes, de quién manda en el mundo, "donde
hay supremacía absoluta del mercado sobre la sociedad".
En eso está la esencia del problema, enfatizó Correa, con la
supremacía del capital sobre los seres humanos en Europa se va a
llegar al peor de los mundos: familias que necesitan viviendas sin
casas y bancos que no necesitan casas con miles de viviendas.
Afirmó que lo que se busca con la política monetaria en Europa es
beneficiar al capital financiero, al cual acusó de ser uno de los
principales causantes de esta crisis.
Tenemos que consolidar los procesos de cambio en América Latina,
subrayó ante sus homólogos del Continente. Crecer es necesario para
satisfacer las correctas necesidades, no el consumismo extremo, para
seguir disminuyendo la inequidad y eliminando pobreza, afirmó.
Ese es el imperativo moral y excluyente en Nuestra América,
enfatizó. Cómo explicarle a las futuras generaciones que una región
que siempre tuvo tantas riquezas naturales es una de las más pobres
del planeta producto de políticas excluyentes, preguntó Correa.
Muchas veces se pretende que condenemos mucho tiempo a mucha
gente a la pobreza por criterios equivocados sobre la Naturaleza,
donde, recalcó, el ser humano sigue siendo el más importante de la
Naturaleza así se estén muriendo de hambre en un bello paisaje.
Tenemos que aprovechar nuestros recursos naturales con absoluta
responsabilidad para salir más rápido de la pobreza, como afirmó el
presidente de Bolivia, Evo Morales, reafirmó Correa.
Así como la opulencia destruye el planeta, la pobreza y la
miseria también lo afecta con la expansión de la frontera agrícola,
recalcó.
Elogió la presencia de organizaciones sociales en esta Cumbre, en
lugar del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la OCDE,
la organización de los países más desarrollados, burocracia que
dijo, no defiende a los pueblos sino al gran capital.
Esas instancias, afirmó Correa, siempre fallan en función de las
transnacionales, no de los intereses de los países, y puso el
ejemplo de la petrolera estadounidense OXY, que violó la ley
ecuatoriana y el organismo de arbitraje del Banco Mundial falló a su
favor.