Niemeyer, autor en 1960 junto al urbanista Lucio Costa de la
futurista ciudad de Brasilia, falleció a los 104 años la noche del
miércoles en un hospital de Río de Janeiro, donde llevaba varios
días internado.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, estimó que Brasil "ha
perdido a uno de sus genios, a un revolucionario, al mentor de la
nueva arquitectura; es un día para llorar", expresó.
"Se ha ido, pero permanecerá siempre entre nosotros, presente en
las líneas de los edificios que diseñó en Brasil y en el mundo",
dijo por su parte el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva en un
comunicado.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, comunicó desde La Habana,
su "profundo dolor por la muerte del inigualable e insigne
camarada". En Francia —país donde residió el brasileño durante los
años de dictadura—, el presidente Francois Hollande saludó la obra
"de un hombre comprometido cuyas convicciones fueron puestas siempre
al servicio de su talento".
Niemeyer desarrolló una carrera excepcionalmente larga e
ilustrada, afirmó por su parte Ban Ki-moon, el secretario general de
la ONU, cuya sede oficial en Nueva York fue diseñada por el
fallecido arquitecto.
La UNESCO también rindió homenaje al "artista universal y gran
humanista", señaló Irina Bokova, directora general del organismo
multilateral.
Otros muchos intelectuales, políticos y artistas, así como
instituciones y organismos de distintas clases en todo el orbe,
dejaron palabras de despedida para el arquitecto.
Niemeyer fue velado con honores de Estado en el Palacio
Presidencial de Planalto, y será enterrado este viernes en Río de
Janeiro. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, decretó luto
oficial de siete días por la muerte de ese brasileño universal.