Fernando Romero, especialista de Fabricación en la industria
espirituana, explicó a Granma que a partir de las
experiencias reunidas en la campaña 2011-2012 se ha previsto
repurgar la llamada magma B y cambiar la posición de los disolutores,
lo cual mejoraría la pureza de la semilla que usan para conformar la
masa del blanco directo, un azúcar con alta calidad y más
competitiva desde el punto de vista económico, obtenida sin que
medie proceso de refinación alguno.
Como parte de los trabajos que asume Tuinucú para perfeccionar la
obtención del producto, todos a cargo de las fuerzas del propio
ingenio y de la Empresa de Servicios Técnicos (ZETI), de Azcuba,
también se ha procedido a tapar los conductores de azúcar, los
cristalizadores, tanques de miel y de meladura, lo cual se prevé
reduzca la contaminación de la producción con bagacillo, uno de los
principales contratiempos identificados en la pasada zafra.
En su estreno como fabricantes de blanco directo, los
industriales del Melanio Hernández se acercaron a las 2 000
toneladas (para este año han previsto unas 8 000), con índice de
coloración de hasta 3,5 en la escala Horne, considerado como
satisfactorio según los estándares internacionales que rigen para
este giro.
A sabiendas de que la calidad de la materia prima y la
estabilidad que logre mantener el proceso fabril determinan el éxito
del blanco directo, en Tuinucú han previsto emprender esta
producción en un estadio inicial de la zafra, cuya arrancada,
concebida inicialmente para el 6 de enero, se adelantó para el
próximo 22 de diciembre.
Conocido también como VLC (Very Low Color), el proceso ahora
usado en el Melanio Hernández optimiza la operación y eficiencia de
los equipos convencionales de limpieza, elimina en un alto
porcentaje las impurezas y asegura por ende dividendos a la
cristalización, todo lo cual se traduce en calidad del azúcar final.
La inversión llevada a cabo aquí para obtener por primera vez en
Cuba azúcar blanca mediante sulfitación en frío, tecnología
ecológica que gana adeptos a nivel mundial, incluyó el montaje de
equipamientos recuperados en los antiguos CAI Abraham Lincoln, de
Artemisa y Ramón Ponciano, de esta provincia, la apertura de un
nuevo sistema de envases en bolsas de 50 kilogramos y el
acondicionamiento de un almacén de producción terminada.