KABUL.—
Afganistán mantendrá sus reclamaciones de juzgar los delitos
cometidos por militares norteamericanos, un punto clave en las
conversaciones iniciadas este jueves con Estados Unidos.
Washington insiste en ofrecer inmunidad para sus soldados, una
vez se retiren en 2014 de Afganistán o, al menos, que sean
procesados por la justicia estadounidense, según el sitio digital
Khaama press.
Esa condición que la Casa Blanca obtuvo en un acuerdo similar con
Irak, choca con las declaraciones del presidente Hamid Karzai, quien
ha reiterado que los acusados norteños deben responder ante la ley
afgana.
Los analistas estiman que ese diálogo, centrado en el tema de la
seguridad bilateral, puede dilatar varios meses por las posiciones
encontradas de ambas partes.
Según el programa de las negociaciones, la siguiente ronda está
prevista para diciembre venidero.
Un contingente de 100 mil uniformados, de los cuales 60 mil son
estadounidenses, integran la Fuerza Internacional de Asistencia para
la Seguridad que invadió y ocupó Afganistán.
De 2001 a la fecha, los soldados norteamericanos cometieron
numerosos actos delictivos o crímenes de lesa humanidad, el más
reciente de ellos protagonizado por el sargento Robert Bales, quien
en marzo pasado mató a 16 civiles, incluidos nueve niños, durante
sendas incursiones a aldeas afganas.
A Bales se le sigue juicio en una base militar en territorio
norteamericano y los testigos afganos de la masacre han formulado
sus testimonios por vía televisiva.