Aliet Arzola Lima

Desde hace un tiempo, año tras año, existe un debate tras bambalinas en el béisbol cubano sobre la cantidad de reveses que ha de acumular la Isla de la Juventud en cada edición de la Serie Nacional.

Luis Castro alineó en 95 partidos y fue el único pinero con más de cien indiscutibles (102) en la pasada Serie.

Sin embargo, acostumbrados a las tempestades, los chicos de Armando Jhonson, mentor del elenco hace 16 temporadas, han sacado fuerzas y mantienen a flote el catamarán, que desde el 2000 tiene un nada despreciable promedio de 476 (516 éxitos y 567 fracasos), no muy llamativo para selecciones de elite, pero valioso en un territorio con menos habitantes y una cantera reducida.

En la venidera 52 Serie Nacional, los pineros asumen nuevamente el reto de no calentar el sótano e incluirse —por sexta vez durante los últimos 12 años—, entre las ocho mejores escuadras del país, para lo cual han desarrollado una preparación enfocada en los detalles técnico-tácticos del juego.

"Hemos trabajado sin tanto volumen físico, centrando el interés en cuestiones defensivas, pues en un plantel tan joven predominan los problemas en la comprensión del deporte y sus muchas variantes, debido a las carencias que la mayoría arrastra desde categorías inferiores", sostuvo Jhonson a Granma.

Luego de la intensa labor, los pineros esperan ver los frutos en el terreno y para ello cuentan nuevamente con el líder natural del plantel, Michel Enríquez, quien tras varias campañas aquejado por dolencias, ahora será la bujía desde el primer lanzamiento.

En el cuadro, junto al experimentado antesalista, saltarán Dariel Echevarría, Ángel M. Fernández y José Velásquez, escoltas de los ya establecidos Luis F. Rivera, Dainier Gálvez y Andy Ibáñez, este último seleccionado como intermedista Guante de Oro de la 51 Serie, con cuatro marfiladas en 475 lances, 229 asistencias, 83 dobles matanzas y promedio de 992.

Rostros menos conocidos aparecen en los jardines, donde Jhonson y su cuerpo de entrenadores —integrado por los otrora estelares Alexander Ramos y Orlis Luis Díaz— han detectado las mayores deficiencias. Lideran el grupo Reinier Llanes y el capitalino Jhoyce Su, acompañados por Alejandro Ortiz, Rodmy Proenza, Jander Santamaría, Leonardo Urgellés y Juan C. Lescaille.

Destacan en la receptoría los bisoños Jorge del Río, Jordanys Acebal y Ariel Varela, acompañantes del prospecto Luis Castro, fornido máscara que el año anterior calzó los arreos en 86 encuentros, en los que capturó a 47 de los 89 hombres que intentaron robarle, con solo cinco pasboles.

Precisamente, Castro, muy elogiado por Jhonson, tendrá la responsabilidad de guiar a un cuerpo de pitcheo abundante en noveles como Raicel Iglesias, Javier Raña, Yunier Gamboa, Miguel Lastra, Jesús Amador, Raicel Plutón, Julio Díaz, Jorge Quintero (n) y Yariel Tamayo (n), además de Wilber Pérez, Luis M. Suárez y el relevista Danny Aguilera (recordista con 27 salvados hace un año).