La mayoría integran el equipo que junto a otros siete —El Seis,
Central, Pueblo, Edificios, Juveniles, Las Charcas y Reparto Trillo—
participan desde septiembre último en la Copa Vicente Santiago en el
terreno de fútbol que también lleva el nombre del introductor de ese
deporte en la hoy localidad espirituana, quien nació en La Habana,
jugó en la segunda división española y fue el mejor balompedista de
Cuba en 1954.
La Yaya no es considerado el equipo favorito, pero es temido por
su velocidad durante los 90 minutos del encuentro. Todos los
conjuntos, con esfuerzos propios y ayuda de entidades locales,
visten este año shorts y camisas de estreno, sin propaganda
alguna; hay redes nuevas y varios balones.
Esta efervescencia futbolística proviene de años atrás, pero en
el venidero 2013 será mayor, porque se realizarán tres torneos
locales que cubrirán la agenda competitiva: el ya tradicional Néstor
Rodríguez in Memoriam, un jatiboniquense caído en Angola; la
debutante Copa de Verano y la Vicente Santiago.
En noviembre se participa cada año en el campeonato provincial
juvenil. Participan cuatro conjuntos en la categoría de 9-10 años,
cuatro en la de 11-12 y cinco en la de 13-15. El número de atletas
que toman parte activamente en este deporte ascendía a mediados de
año a 485, según su responsable municipal Carlos (Carlitín) Cabrera,
pero esa cifra ascenderá probablemente con la reincorporación de un
equipo de veteranos y preveteranos.
Desde hace décadas, el fútbol es el deporte que más se practica y
tiene aficionados en Jatibonico. El estadio de béisbol Genaro Melero
se abarrotaba para ver los encuentros interprovinciales en las
diversas categorías, destacando los duelos con Zulueta y las
selecciones habaneras dirigidas por Enrique Mayolas (Fosforeros,
Saloyam), la medalla de oro a nivel provincial y la de bronce
conquistada en el Primer Campeonato Nacional de la Categoría
Infantil en 1961, la representación de la antigua provincia de
Camagüey en la eliminatoria para los III Juegos Panamericanos de
Chicago en 1963 y el empate a uno con la selección nacional que,
también dirigida por Mayolas, intervendría en los Juegos
Centroamericanos de Jamaica, en 1962. Ese mismo año se comenzó un
proyecto para que tuviera su terreno propio.
La idea de proteger al estadio de béisbol obligó a llevar las
acciones a un pequeño e irregular terreno de una secundaria, donde
apenas se podían alinear a nueve jugadores de cada bando, en vez de
los once. Pese a ello, Jatibonico logró ganar hasta época reciente,
siempre de visitador, el 80 % de los torneos provinciales y la mayor
parte de los lideratos de las categorías menores.
Por fin, el 30 de diciembre del 2006 fue inaugurado el terreno de
fútbol Vicente Santiago, con una cancha de 105 metros de largo y 64
de ancho, considerado junto al de Zulueta y el Pedro Marrero uno de
los mejores del país, en una ceremonia donde se rindió homenaje a
atletas que participaron en torneos internacionales, incluso en el
futsal, y otros que laboraron en Venezuela. No fue hasta el 2010 en
que se erigieron los bancos para atletas y árbitros, en ocasión de
ser la principal sede del Primer Campeonato de Segunda Categoría (Sancti
Spíritus se limitó a jugar en la capital provincial, en la
Formadora).
Ahora, cada viernes y sábado, a partir de las 3:00 p.m., tienen
lugar los encuentros, con la presencia de cerca de un centenar de
jatiboniquenses de pie, bajo el sol, ubicados detrás de las cercas,
para cuidar el bien atendido terreno.
Debido a las conocidas carencias económicas pudiera parecer una
utopía el aspirar a la construcción de las gradas, pero las
principales autoridades partidistas mostraron a este periodista que
mantienen el proyecto en su agenda, así como que orientaron al INDER
municipal a indagar con diversas administraciones, entre ellas la
del central Uruguay, acerca de la consecución de materiales que
pudieran abaratar los costos. Esfuerzo merecido para Jatibonico,
donde se tiene presente en el fútbol el enunciado de que en el
deporte hay que invertir más en la base que en la cima.