ASUNCIÓN.—
Organizaciones sociales paraguayas se concentraron frente a la
fiscalía de la Nación para reclamar la liberación de campesinos
presos y en peligro de muerte por la huelga de hambre iniciada hace
50 días.
Los manifestantes denunciaron que los labriegos fueron detenidos
hace casi cinco meses después del sangriento desalojo llevado a cabo
en el distrito de Curuguaty, a unos 240 kilómetros de esta capital,
con balance de 11 campesinos y seis policías muertos y más de 70
heridos.
Paralelamente, se efectuaron marchas de protesta en diversas
ciudades del interior del país con similar reclamo y denuncia de la
vinculación del fiscal que lleva la causa con el latifundista
propietario de las tierras escenarios de la cruenta intervención
policial.
El hecho fue utilizado para la destitución del presidente
constitucional, Fernando Lugo, y denunciado como parte de una
operación política con la participación de elementos armados aún sin
identificar.
Los 12 campesinos que permanecen presos en la cárcel de la ciudad
de Coronel Oviedo realizaron ya numerosas protestas por sufrir un
proceso judicial irregular y cuatro de ellos se encuentran en grave
estado de salud por mantenerse en huelga de hambre.
En Asunción, los participantes en la protesta, acompañados por
abogados defensores de los presos, cerraron las calles aledañas a la
fiscalía y entregaron al Fiscal General, Javier Díaz, un petitorio
por la liberación de los detenidos.
Igualmente, le hicieron llegar la acusación contra Jalil Rachid,
fiscal encargado del caso por ocultar pruebas y por otras
irregularidades que benefician a los verdaderos culpables de lo
ocurrido.