Por
vigésimo primer año consecutivo, el Asamblea General de la ONU
reiteró hoy su demanda por el levantamiento del bloqueo económico,
comercial y financiero implantado por Estados Unidos contra Cuba
hace medio siglo.
El reclamo está contenido en una resolución aprobada por el
máximo órgano de Naciones Unidas por 188 votos a favor, tres en
contra (Estados Unidos, Israel y Palau) y dos abstenciones (Islas
Marshall y Micronesia).
El texto destaca la importancia del respeto estricto de los
principios de la Carta de la ONU, entre ellos la igualdad soberana
de los Estados, la no intervención y no injerencia en sus asuntos
internos y la libertad de comercio y navegación internacionales.
También menciona las declaraciones de las cumbres iberoamericanas
sobre la necesidad de eliminar la aplicación unilateral de medidas
de carácter económico y comercial contra otro Estado que afecten al
libre desarrollo del comercio internacional.
Asimismo, expresa preocupación porque Estados miembros de la ONU
continúan la promulgación y aplicación de leyes y disposiciones como
la llamada Ley Helms-Burton de 1996.
Y exhorta a abstenerse de promulgar ese tipo de normas que tienen
efectos extraterritoriales y afectan la soberanía de otros países,
los intereses legítimos de entidades o personas bajo su jurisdicción
y la libertad de comercio y navegación.
La Asamblea insta una vez más a los Estados en los que existen y
continúan aplicándose leyes y medidas de ese tipo a que, en el plazo
más breve posible y de acuerdo con su ordenamiento jurídico, tomen
las medidas necesarias para derogarlas o dejarlas sin efecto.
La resolución toma nota de las declaraciones y resoluciones de
distintos foros intergubernamentales, órganos y gobiernos que
expresan el rechazo de la comunidad internacional y de la opinión
pública a la promulgación y aplicación de ese tipo de medidas.
Finalmente, el documento solicita al secretario general de la
ONU, Ban Ki-moon, que prepare un informe sobre el cumplimiento del
presente texto para ser presentado al sexagésimo octavo período de
sesiones del máximo órgano el año próximo.
Y, además, mantiene el tema en el programa de trabajo de ese año
de la Asamblea General.