La
mayoría de la población de Haití vive en situación de extrema
vulnerabilidad, sumida en la pobreza, la violencia y la inseguridad
alimentaria y jurídica, denunciaron en Puerto Principe varias
organizaciones.
En un comunicado, la Federación Internacional de Ligas de
Derechos Humanos y sus agrupaciones nacionales, pidieron la mejoría
para las 370 mil personas que aún permanecen en campamentos tras el
sismo del 12 de enero de 2010.
Esos seres humanos viven abandonados por las organizaciones no
gubernamentales y sufren desalojos forzados y casos de violencia, en
particular mujeres y niñas, muchas de ellas víctimas de abusos
sexuales, señala el documento.
Puntualiza que la inseguridad alimentaria y la exclusión social
se han agravado por las políticas públicas nacionales en un país
donde cuatro de cada cinco habitantes vive por debajo del umbral de
la pobreza.
Otros de los problemas criticados son el aumento de secuestros y
homicidios, la implicación de algunos miembros de la Policía
Nacional en actos delictivos, la corrupción y la impunidad.
También se repudia la decisión de no condenar al expresidente
Jean-Claude Duvalier por crímenes contra la humanidad durante el
período de su dictadura (1971-1986).
Por otra parte, las organizaciones reclamaron a la Misión de
Naciones Unidas para la Estabilización de Haití que reconozca su
responsabilidad en la propagación del cólera en este país desde
octubre de 2010.
Más de 600 mil personas fueron afectadas y siete mil 600
perdieron la vida por ese mal, puntualizan cifras oficiales.