El
vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, expresó hoy su
rechazo al bloqueo de Estados Unidos a Cuba y se unió a lo antes
planteado por el mandatario Evo Morales y la presidenta del Senado,
Gabriela Montaño.
García Linera aseguró a Prensa Latina que el cerco impuesto por
las administraciones estadounidenses contra Cuba "es una de las
páginas más vergonzosas que existe en la historia de las relaciones
entre los estados modernos".
Según el también presidente de la Asamblea Legislativa
Plurinacional, el bloqueo a la isla es una agresión a la convivencia
pacífica entre los estados y entre los pueblos, y es un acto
criminal contra la población indefensa, contra hombres, mujeres,
niños y ancianos.
Esta declaración se une al pedido realizado la pasada semana por
el presidente Evo Morales, quien aseguró que si el mandatario
estadounidense, Barack Obama, quiere agradecer a los latinos su
triunfo en las elecciones, antes que todo debe levantar el bloqueo a
Cuba.
Por su parte la presidenta de la Cámara de Senadores de Bolivia,
Gabriela Montaño, condeno esta injusta medida y garantizó el
respaldo de su país en las votaciones de este martes en Naciones
Unidas.
Bolivia tiene desde hace muchísimo tiempo, casi como el mundo
entero, una postura muy clara de que se levante el bloque contra
Cuba, contra el pueblo cubano, contra el Gobierno de la isla,
aseguró.
Montaño calificó de locura esa medida impuesta por las
administraciones norteamericanas, y aseguró que compromete la más
pura humanidad.
Creo que desde todas partes del mundo volveremos a alzar nuestras
voces para exigir que se levante el bloqueo contra Cuba, agregó la
presidenta del Senado.
El 14 Congreso Ordinario de la Confederación Nacional de Mujeres
Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia "Bartolina Sisa", que
concluyó este lunes, también pidió el fin del cerco estadounidense a
la isla caribeña.
Este martes, por vigésimo primer año consecutivo, la Asamblea
General someterá a votación un documento titulado Necesidad de poner
fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los
Estados Unidos de América contra Cuba.
En 2011, el texto fue acordado por 186 de los 193 países miembros
del organismo mundial, con los únicos votos en contra de Estados
Unidos e Israel y las abstenciones de Islas Marshall, Micronesia y
Palau.
Un informe presentado por Cuba sobre el tema indica que hasta
diciembre pasado el país antillano sufrió un daño económico
ascendente a un billón 66 mil millones de dólares.
Las votaciones contra esa medida comenzaron el 24 noviembre de
1992, cuando la 47 sesión ordinaria de la Asamblea aprobó la primera
resolución en ese sentido.