El
Parlamento griego aprobó hoy una ley de privatizaciones que allana
el camino a la venta de activos del Estado, como puertos,
aeropuertos o sociedades eléctricas y otras empresas estatales.
La ley de privatizaciones, que se consideraba un importante test
para la supervivencia del gobierno de coalición, obtuvo el apoyo de
148 diputados frente a 139 votos en contra.
Mientras, los dos mayores sindicatos del país convocaron una
nueva huelga general de 48 horas para la próxima semana en protesta
por el paquete de austeridad del gobierno.
El sindicato del sector privado GSEE y del sector público ADEDY
convocaron el paro para los próximos 6 y 7 de noviembre.
El 7 de noviembre suena también como posible fecha de aprobación
del controvertido programa de ahorro que los acreedores
internacionales exigen a Atenas.
Mientras tanto, la Comisión Europea desmintió un acuerdo entre
Atenas y los acreedores internacionales sobre un paquete de ahorro y
reformas. Las dos partes se acercan, dijo el portavoz del Comisario
de política monetaria, Olli Rehn, en Bruselas.
Los ministros de Finanzas de los países del euro pidieron a
Grecia que adopte rápidas decisiones sobre ese paquete de ahorro
para allanar el camino a las nuevas ayudas.