Freddy Pérez Cabrera

El intenso trabajo desarrollado por las brigadas de vías y puentes y los soldados del Ejército Juvenil del Trabajo, ha permitido devolver la normalidad a la mayoría de los tramos de vías de ferrocarril dañados bajo el influjo de las inundaciones provocadas por la crecida de los ríos y las intensas lluvias de los últimos días.

De acuerdo a las precisiones de Raidel Martín Rodríguez, director de vías en el territorio central, las principales afectaciones se produjeron por deslaves en las sendas, destrucción de alcantarillas y pérdidas de la grava o piedra que sostienen los caminos por donde transitan las locomotoras y vagones de los trenes de carga y de pasajeros.

Entre los tramos más perjudicados mencionó la línea Cienfuegos, en el trayecto cercano a Ranchuelo, donde quedaron dañados unos 650 metros de camino; el ramal Concha, que comunica al poblado de Esperanza con Cifuentes; el paso entre Sitiecito y Sagua la Grande y el cruce que une a Encrucijada y Cifuentes.

Otros itinerarios interrumpidos fueron el que conduce a Caibarién, en la zona de Taguayabón, donde se produjo la fractura de la alcantarilla, y el ramal Santo, encargado de beneficiar a la población residente en los centrales Perucho Figueredo y Emilio Córdova, además del trecho que une al central George Washington con el asentamiento de Jiquí, en Santo Domingo, y el kilómetro 102 de la línea norte, el cual comunica a Ciego de Ávila con Villa Clara, explicó el funcionario.

De las mencionadas averías solo faltaban por restablecer los pasos entre Sitiecito y Sagua la Grande y el ramal que enlaza a Cifuentes con Encrucijada, tarea en la cual se laboraba intensamente para concluirlo en la tarde de ayer.