Sin pensar en día ni hora para la recuperación

Valle de Caujerí y la UEB Yateritas reparan daños ocasionados por Sandy

JORGE LUIS MERENCIO CAUTÍN

GUANTÁNAMO.— Al campesino Eduardo Borges Felicó y a trabajadores en su finca como Enry, Roidelis, Cariulbis, Gabriel, Edivia y Ramona, correspondió el mérito de haber reiniciado la siembra de tomate en Valle de Caujerí, uno de los polos productivos de esta provincia dañados severamente por el huracán Sandy.

Foto del autorInstantes en que se reinicia la siembra de tomate en Valle de Caujerí.

El hecho se produjo el pasado domingo al filo del mediodía, cuando ya habían cesado las lluvias dejadas por el organismo meteorológico y el sol comenzaba a contrarrestar la humedad del suelo.

Aquí en el Valle estamos en una carrera contra el tiempo en la siembra de tomate, de manera que no podemos pensar en día ni hora para reparar los daños y concluir diciembre con el programa cumplido.

En Valle de Caujerí fueron afectadas 151,7 hectáreas de tomate, de ellas 18 en su totalidad. Además, se perdieron posturas en canteros para 90 hectáreas y se averiaron nueve casas de producción de simientes y dos quedaron destruidas, relata Céspedes Lobaina Arias, delegado de la Agricultura en el municipio de San Antonio del Sur, al cual pertenece el renombrado sitio.

Argumenta que los vientos y lluvias de Sandy también dañaron 43 hectáreas de frijol (19 totales), 31 de garbanzo enteramente, 227 de plátano (221 totales), 15 de yuca y tres de frutabomba, renglón que, como el tomate, estará destinado a procesarse en la industria, que a mediados de diciembre próximo debe arrancar.

Céspedes agregó que: "En principio debíamos concluir las siembras para el 20 de diciembre, pero ahora debemos extenderlas unos diez días más para lograr las 400 hectáreas planificadas. No cabe duda de que hay que trabajar duro y eso es lo que estamos haciendo, comenzando por la tirada de nuevos semilleros y la siembra de toda la postura disponible.

"Por lo pronto, reiniciamos las plantaciones en varios sitios, como las tres Cooperativas de Producción Agropecuaria y las de Créditos y Servicios Elís Rodríguez y Mariana Grajales. La reprogramación de las siembras nos obliga a plantar en noviembre no menos de 200 hectáreas y en diciembre dar el impulso final. Debo decir que las nueve casas de postura averiadas ya fueron restablecidas".

El espíritu de trabajo de Valle de Caujerí también está presente en la Unidad Empresarial de Base Cultivos Varios Yateritas, un colectivo también comprometido con el abastecimiento de productos agrícolas a la ciudad de Guantánamo.

En ese emporio platanero se afectaron grandemente 160 de las 172 hectáreas en producción. "Todas las plantaciones con racimos fueron al suelo por la fuerza de los vientos", relata Arisel Samón Pérez, director de la UEB.

Detalla que apenas pasó el huracán, se dieron a la tarea de comenzar a extraer unos 3 000 quintales aptos para el consumo humano y alrededor de 12 mil destinados como alimento animal.

"Parejamente —narra Arisel—, iniciamos la recuperación de las áreas, con su reordenamiento y el arrope de las matas derribadas. La ejecución de esas tareas nos posibilitará rehabilitar los sistemas de riego que hoy permanecen debajo de las plantaciones abatidas y aplicar fertilizantes para ayudar a la recuperación del cultivo".

El experimentado agricultor asegura tener diseñado un programa de siembra emergente de boniato, yuca y calabaza para atenuar el déficit de plátano en los meses venideros. "Para esa tarea ya disponemos de 14 hectáreas", asegura con optimismo.

 

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