Llegados desde Guantánamo, Holguín, Las Tunas y Camagüey, los 
			jóvenes de las tropas especiales, ingenieras, la artillería y 
			construcciones militares, amanecen en las avenidas con las 
			motosierras, hachas, machetes, cargadores y camiones, que no 
			detienen hasta la medianoche. 
			"Fue a las 2 de la tarde del pasado jueves que se nos dio la 
			tarea de partir desde Guantánamo, abriendo el acceso hasta Santiago 
			de Cuba, misión que seis horas después habíamos cumplido, y nos 
			permitiría incorporarnos inmediatamente a borrar los destrozos 
			provocados por el ciclón", señala el mayor Ibrahím Chivás Rojas.
			"Esa misma noche —añade— emprendimos la limpieza de la Avenida 
			Las Américas, tarea que en toda su extensión culminamos en la tarde 
			de este domingo, mediante intensas jornadas de 12 a 14 horas, que 
			han sido valoradas por los santiagueros".
			Precisamente, en la reunión ampliada sostenida el sábado último, 
			el Consejo de Defensa Provincial reconoció a través de su 
			presidente, Lázaro Expósito Canto, el desempeño de todos los 
			combatientes, y les transmitió el saludo y agradecimiento del pueblo 
			santiaguero.
			Semejante esfuerzo han desplegado brigadas de las restantes 
			regiones militares orientales, en la Autopista Nacional, las 
			avenidas de los Libertadores, Garzón y Manduley en las carreteras 
			del Caney y Siboney, así como a la entrada de importantes centros de 
			la economía y los servicios.
			Su determinación fue reiterada frente a lo que fueran los bellos 
			jardines del Estadio Guillermón Moncada, por el sargento de tercera 
			Eliandes Fernández y el soldado Eikel Gainza, ambos de Maisí, el 
			soldado baracoense Roliandes Matos Guerrero, y el trabajador civil 
			guantanamero Juan Alberto Reyes. 
			En nombre de ellos el soldado Reynielvis Núñez Lozada, del 
			municipio de Imías, expresó que más que una encomienda "constituye 
			un deber revolucionario y un honor contribuir a la pronta 
			recuperación de la Ciudad Heroica, de un pueblo que siempre ha 
			estado en la primera línea de nuestras luchas libertarias". 
			Tras escuchar al joven, la santiaguera Magalys Díaz Guevara 
			detuvo su andar para testimoniar: "Ayer vine a pie desde el Distrito 
			José Martí, entre los troncos y ramas de los árboles, porque el 
			transporte no podía circular, pero gracias a estos muchachos que lo 
			dan todo, ya tenemos las guaguas y camionetas trabajando". 
			Como para que no quedaran dudas, acto seguido el mayor Chivás 
			Rojas patentizó que estarán aquí todo el tiempo que sea necesario, 
			"hasta que Santiago de Cuba recobre ese esplendor que todos los 
			cubanos admiramos".