 El 
			Gobierno británico firmó un contrato de 350 millones de libras 
			esterlinas (562 millones de dólares) para financiar una nueva 
			generación de submarinos con misiles nucleares Trident, informó hoy 
			el ministro de Defensa, Philip Hammond.
El 
			Gobierno británico firmó un contrato de 350 millones de libras 
			esterlinas (562 millones de dólares) para financiar una nueva 
			generación de submarinos con misiles nucleares Trident, informó hoy 
			el ministro de Defensa, Philip Hammond.
			Antes de realizar una visita a la base naval Faslane en Clyde, 
			Escocia, donde serán instalados, el titular británico indicó que esa 
			inversión sostendrá mil 200 puestos de trabajo en el Reino Unido y 
			destacó su importancia para la economía regional.
			Agregó que los nuevos submarinos, basados en el programa de 
			disuasión nuclear, son la última salvaguardia de la seguridad 
			nacional y el Gobierno se ha comprometido a mantenerla, tanto ahora 
			como en el futuro, subrayó.
			Resaltó que se trata de una inversión en seguridad del país y de 
			la economía, así como en el mantenimiento de empleos de alta 
			calidad.
			Hammond, en alusión al referéndum sobre la independencia de 
			Escocia, señaló estar seguro de que los ciudadanos de esa nación 
			optarán en las urnas por seguir siendo parte del Reino Unido.
			De acuerdo con el diario The Guardian, el Partido Liberal 
			Demócrata se opone al contrato e insiste en hallar un sustituto más 
			barato para el programa militar Trident, el más importante del país, 
			que maneja todas las armas nucleares.
			La decisión de construir nuevos submarinos se pospuso para el 
			2016 debido a la falta de consenso entre la coalición.
			El 21 de octubre, el líder del Partido Nacionalista Escocés, Alex 
			Salmond, anunció que si los ciudadanos votaran a favor de la 
			independencia y se opusieran a las armas nucleares, el Gobierno 
			ilegalizaría ese tipo de armamentos.
			Salmond manifestó que su partido rechaza el sistema de disuasión 
			nuclear Trident, y pidió al Gobierno de David Cameron trasladarlo 
			fuera de Escocia, a otra parte del Reino Unido, o incluso a 
			instalaciones en Estados Unidos o Francia.
			El complejo de Faslane, el mayor empleador de Escocia con más de 
			seis mil 500 puestos de trabajo, tendrá para 2022 un incremento en 
			más de ocho mil plazas.