 Los 
			cierres por precaución en refinerías de Estados Unidos aumentaron 
			hoy ante la cercanía del huracán Sandy a la costa este de la nación 
			norteña, informaron fuentes especializadas.
Los 
			cierres por precaución en refinerías de Estados Unidos aumentaron 
			hoy ante la cercanía del huracán Sandy a la costa este de la nación 
			norteña, informaron fuentes especializadas.
			De esa forma, más de dos tercios de la capacidad de refinación de 
			esa zona cesó sus actividades ya que los operadores se preparaban 
			para eventuales daños, cortes de energía e inundaciones.
			Unidades clave en ese mercado, como la Philadelphia, productora 
			de hasta 330 mil barriles por día, fue de las primeras en cerrar 
			debido al fortalecimiento del fenómeno meteorológico.
			Otras dos plantas, la Port Reading y la Paulsboro también se 
			preparaban para un cese total.
			Ante tal panorama, los expertos comenzaron a evaluar un potencial 
			ajuste en los suministros de derivados con los futuros de gasolina y 
			combustible para calefacción subiendo 1,2 y 0,4 por ciento, 
			respectivamente.
			Los analistas remarcaron que los cierres por precaución son 
			mayores a los que se produjeron durante el paso del huracán Irene en 
			agosto de 2011.
			Aunque en aquel entonces las refinerías no sufrieron daños 
			graves, existe un creciente temor a que Sandy provoque inundaciones 
			perjudiciales en las plantas que puedan demorar su reparación.