 El 
			primer acto del 23 Festival Internacional de Ballet de La Habana 
			cruzó anoche por la remozada sala Avellaneda del Teatro Nacional, 
			coincidiendo con el aniversario 64 de la creación del Ballet 
			Nacional de Cuba, anfitrión de tan importante acontecimiento.
El 
			primer acto del 23 Festival Internacional de Ballet de La Habana 
			cruzó anoche por la remozada sala Avellaneda del Teatro Nacional, 
			coincidiendo con el aniversario 64 de la creación del Ballet 
			Nacional de Cuba, anfitrión de tan importante acontecimiento.
			Un singular desfile de los alumnos de las escuelas de ballet y 
			los miembros del BNC, con montaje del joven coreógrafo Eduardo 
			Blanco y música de Wagner (la marcha de la ópera Tannhauser) 
			fue coronado con la presencia de la inspiradora de estos encuentros, 
			Alicia Alonso, escoltada por Cyril Atanasoff (Francia) y Rodolfo 
			Rodríguez (Argentina), quienes fueron partenaires de la 
			insigne bailarina cubana en distintas etapas de su vida.
			En las palabras de apertura, Miguel Díaz-Canel, miembro del Buró 
			Político del Partido y vicepresidente del Consejo de Ministros, en 
			presencia de Rafael Bernal, ministro de Cultura, y otras 
			personalidades, evocó el justo reconocimiento a quien ha sido 
			forjadora de esta obra que ha dado la vuelta al mundo como un 
			símbolo de cubanía, y enfatizó: este Festival existe porque existe 
			Alicia, el Ballet Nacional de Cuba y la Revolución Cubana.