Investigaciones
realizadas en nuestro medio indican que solo entre un 20 % y un 40 %
de los pacientes asmáticos estudiados ejecutan de forma correcta la
técnica inhalatoria, indicó en La Habana la doctora Dulce María
Calvo Barbado, especialista de segundo grado en Farmacología de la
Dirección de Medicamentos y Tecnologías del Ministerio de Salud
Pública.
Los errores fundamentales radican en la no colocación de la
cabeza hacia atrás, no retener el aire inspirado, pulsar el
inhalador más de una vez, no agitar el envase, pulsar directamente
en la boca y después inspirar y no esperar un minuto antes de
aplicarse una segunda dosis.
Esto debe ser aprendido y practicado por el paciente con la
asesoría médica para lograr un tratamiento de calidad, subrayó la
experta.
En Cuba aproximadamente un millón de cubanos son asmáticos,
enfermedad caracterizada por una inflamación crónica de las vías
aéreas que cursa con obstrucción al flujo de aire y se expresa por
dificultad respiratoria, sibilancia ("jipido" en lenguaje popular) y
tos muy frecuente en las noches.
La especialista señaló que el tratamiento abarca medidas
higiénico-sanitarias y medicamentosas. Las primeras son de vital
importancia y comprenden acciones vinculadas con la educación del
paciente en cuanto a la identificación y evitación de los factores
desencadenantes de los síntomas, como el polvo, humo de tabaco,
polen y pelos de animales.
Los tratamientos con fármacos incluyen los que se administran
durante las crisis y entre ellas. La necesidad o no de tener un
tratamiento intercrisis o de "mantenimiento" lo determina el médico
de acuerdo con el grado de severidad de la enfermedad.
Nuestra entrevistada considera esencial que los pacientes
asmáticos conozcan que fármacos como el salbutamol spray se emplean
solo para el alivio de las crisis y no para el mantenimiento o el
control a largo plazo de la enfermedad.
"Es muy común —destacó— el uso excesivo de este fármaco y el
empleo de dosis diarias mayores a ocho inhalaciones, la cual es la
dosis máxima".
Para el tratamiento entre las crisis están disponibles en nuestro
país fármacos como la beclometasona en spray y el montelukast en
forma de tabletas. También se emplean medicamentos como el
ketotifeno, únicamente justificado en los niños con dificultades con
la técnica inhalatoria o en aquellos donde se asocian procesos como
rinitis y conjuntivitis alérgica.
La teofilina, advierte, ha sido un medicamento empleado de forma
frecuente en el pasado y aún sigue siendo motivo de automedicación
en nuestro país. En la actualidad, las principales guías nacionales
e internacionales para el tratamiento de esta enfermedad no lo
recomiendan por los escasos beneficios que aporta su administración
en forma de tabletas y los riesgos generados: falta de apetito,
náuseas, vómitos, dolor de cabeza, trastornos visuales e incluso
cardiovasculares.
Atendiendo a que un bajo porcentaje de asmáticos en nuestro país
ejecutan de forma correcta la técnica inhalatoria, la doctora Calvo
Barbado quiere trasladar un mensaje esencial a los pacientes
asmáticos:
"El empleo de una adecuada técnica inhalatoria es la vía
principal de administración de los medicamentos antiasmáticos, pues
garantiza el mayor efecto terapéutico con la menor dosis posible,
mínimos efectos indeseables y una rápida acción, por lo que es vital
conocer y poner en práctica una correcta ejecución de esta técnica".