Cierto atraso —presente aún— en el montaje de máquinas, por parte
de los talleres con que cuenta el ministerio de la agricultura en la
provincia, e inestabilidad en algún que otro momento con el agua,
han impedido un despegue más uniforme del proyecto y aprovechar
totalmente el área beneficiada por esa avanzada técnica de
irrigación.
"Aunque hoy tenemos sembrado cierto nivel de boniato —explica
Eralio Pérez Rodríguez, jefe de la UBPC Turcios Lima—, no tengo la
menor duda del salto productivo que debemos lograr en los granos,
concretamente en frijol y maíz, que constituyen el centro
fundamental de esta inversión, con el propósito de sustituir
importaciones y aliviar gastos innecesarios para el país.
"Los trabajadores que laboran aquí fueron capacitados, tienen
experiencia de trabajo en la agricultura, el suelo está ahí y el
asunto del agua parece mejorar luego del mantenimiento que se le dio
hace poco al canal principal y del llamado hecho a un grupo de
productores de arroz, que desviaban ese importante líquido hacia sus
parcelas y debilitaban el flujo hacia acá.
"Nos corresponde, por tanto, realizar una buena siembra, para la
cual es indispensable ya el arribo de los medios que tiene la
empresa, a fin de preparar bien y a tiempo el terreno. Si se
garantiza eso previamente, podremos responder entonces por la
correcta atención cultural, como base para elevar cuatro o cinco
veces los rendimientos históricos en esa misma área cubierta hoy por
las máquinas".
Los beneficios de la inversión, sin embargo, van mucho más allá
de los cinco aparatos o sistemas con que contará la empresa
agropecuaria Argelia Libre (todavía falta uno por instalar).
Unidades como la Turcios Lima, por ejemplo, deben registrar un
vuelco sustancial, al extender el regadío hasta el 80 % de sus
suelos, con el uso de la aspersión en casi 200 hectáreas más.
Todo ello anima a trabajadores como Carlos Manuel Pérez, Oscar
Rodríguez, Rafael Reynaldo, Eduardo Naranjo y otros, cuyas pupilas
vislumbran nuevos horizontes no solo en las magníficas variedades de
frijol y maíz que cosechará la UBPC con las máquinas, sino también
en cultivos como el plátano (sobre todo el macho), yuca, malanga,
boniato y otros renglones indispensables para el consumo social del
municipio y de la provincia.
Ganancias ascendentes a 124 mil pesos al cierre de septiembre y
planes que hoy remontan el 103 % y 106 %, respectivamente en
producción total y contratada, deben inscribir dígitos más altos en
las proyecciones del venidero 2013, de acuerdo con un rasero que ya
no podrá estar a la misma altura, si se tiene en cuenta el aporte
proporcionalmente superior que para entonces deberán ofrecer
máquinas de riego y sistemas de aspersión.