Cuba está actualizando su política migratoria. Un proceso que
responde a nuestra realidad y se proyecta hacia el futuro. Una
decisión soberana de nuestro Gobierno, pese a que permanecen la
hostilidad permanente de EE.UU. contra nuestro país, el bloqueo
genocida, la asesina Ley de Ajuste Cubano y el estímulo a la
emigración ilegal.
A tono con el perfeccionamiento de nuestro modelo económico y
social, las medidas adoptadas facilitan las posibilidades de viaje
para la inmensa mayoría de los cubanos residentes en el país o en el
exterior, eliminan trámites a la población, propician la
reunificación familiar, y contribuyen al incremento sistemático de
los vínculos de la Nación y sus emigrados.
La eliminación de la solicitud de Permiso de Salida y el
requisito de la Carta de Invitación hacen más expeditos los
procedimientos migratorios y ahorran tiempo y dinero a los
ciudadanos.
Tales requisitos, que nacieron de la necesidad de enfrentar la
manipulación descarada del tema migratorio por las autoridades
norteamericanas y el intento de saquear el talento de la nación,
cumplieron su rol histórico y fueron instrumentos defensivos de la
Revolución. Ellos incluso no fueron óbice para un creciente flujo de
miles de cubanos que han viajado temporalmente al exterior en estos
años.
Así también se inscribe la disposición de extender a 24 meses la
permanencia autorizada en el exterior de los residentes en Cuba que
viajen por asuntos particulares, cuando hasta hoy ese periodo se
limitaba a 11 meses.
Otros pasos emprendidos son de especial significación: La
ampliación del permiso de estancia en el país hasta 180 días a los
cubanos residentes en el exterior y a 90 días para los emigrados; la
reducción a 18 años de la edad para solicitar personalmente el
pasaporte corriente (era 21 años); la autorización a los niños y
adolescentes menores de 18 años para viajar temporalmente al
exterior siempre que cuenten con la anuencia legal de sus padres;
las disposiciones laborales que autorizan que, además de las
vacaciones acumuladas, los trabajadores pueden disponer de dos meses
consecutivos de licencia sin sueldo si lo necesitan para viajar al
exterior sin perder su puesto laboral: las facilidades de cobro de
las pensiones para los cubanos beneficiados por la Seguridad Social
que salgan del territorio nacional, incluidos los autorizados a
residir en el exterior; y la derogación de la Ley de 1961 que
disponía la nacionalización mediante confiscación de los bienes,
derechos y acciones de quienes salía definitivamente del país.
La Revolución está dando pasos razonados y seguros, acordes con
las aspiraciones mayoritarias de nuestro pueblo, consecuentes con
una política migratoria que sostiene el derecho de viajar y la
emigración legal, segura y ordenada, y en favor de la mayoría amplia
de los cubanos asentados en más de un centenar de países que
mantienen vínculos normales con sus familias en Cuba y respetan a su
Patria y a su pueblo. A lo ya anunciado, se incorporarán
paulatinamente nuevas decisiones.
Como se ha expresado, si las medidas no son más amplias, se debe
a la permanente política agresiva del gobierno de EE.UU, que tiene
al tema migratorio entre sus principales armas, incluyendo la
práctica y promoción descarada del robo de cerebros y talentos de
nuestro país. Y esa política - según reaccionaron el martes voceros
del Departamento de Estado norteamericano- no tendrá variación.
Ahora que Cuba - asediada, vilipendiada, agredida - ha dado más
facilidades de viaje a sus ciudadanos, sería bueno conocer cuándo el
Gobierno de Estados Unidos eliminará la prohibición a sus nacionales
para visitar este país cercano, libre, seguro y lleno de bellezas
naturales. ¿Quo Vadis, Washington?