Los
gobernantes de la Unión Europea (UE) acordaron iniciar la aplicación
gradual de la supervisión bancaria en 2013, pero con efectos
completos hasta 2014, una fórmula que deja por hoy satisfechas a
todas las partes.
En una cumbre con pocas expectativas, este era el punto más
álgido en la agenda de los 27 jefes de Estado y de gobierno, quienes
estaban claramente divididos en dos bandos.
Por una parte, el presidente francés, Francois Hollande, con el
apoyo del primer ministro italiano, Mario Monti, y el presidente del
gobierno español, Mariano Rajoy, insistían en que ese sistema
debería comenzar a utilizarse en enero próximo.
La urgencia obedece a que sólo por medio de una supervisión
centralizada los bancos con problemas pueden ser capitalizados
directamente por el Mecanismo Europeo de Estabilidad creado
recientemente, una aspiración vital para Madrid y Roma.
Del otro lado, la canciller federal alemana, Ángela Merkel,
prefería negociar minuciosamente todos los puntos de un acuerdo y
demorar su aplicación hasta enero de 2014.
El texto aprobado en esta capital satisface aparentemente ambas
posiciones, aunque en la práctica Alemania logró mantener su
voluntad frente a sus socios, señalan este viernes los principales
medios franceses.
Según el periódico especializado en economía Les Echos, Hollande
se felicita porque el mecanismo se pondrá en marcha a inicios del
próximo año, pero Merkel consiguió su propósito de que la
capitalización de los bancos sólo sea operativa 12 meses después.
Aunque los calendarios no fueron precisados, en grandes líneas se
aprobó que antes de diciembre deban afinarse los marcos políticos
del nuevo sistema, iniciar su aplicación gradual en 2013, sin ningún
plazo fijo, y estar completo el 1 de enero de 2014.
Ello favorece notablemente a Merkel, precisa el cotidiano Le
Monde, porque los comicios legislativos en Alemania están previstos
para septiembre de 2013 y el sector donde está el grueso de sus
electores es cada vez más opuesto a ayudar a los países en crisis.
Mientras, el secretario nacional del Partido Comunista Francés,
Pierre Laurent, opinó que la canciller alemana sigue imponiendo su
calendario, sus opiniones y sus condiciones en la Unión Europea .
Respecto a Grecia, donde la población se lanzó a la calle para
protestar masivamente contra la imposición de la austeridad por la
UE, los líderes de la zona euro se limitaron a saludar el progreso
del país en la aplicación de los programas de ajuste.