Y el judo, sostiene el entrenador principal del equipo masculino
cubano, ha ido cambiando. "Ahora mismo cuesta mucho más trabajo
clasificar y el de Londres 2012 fue un torneo sumamente atípico.
"Es la primera vez, por ejemplo, que un elenco varonil de Japón
se marcha de unos Juegos sin un título. Por los criterios que
determinan el sorteo —la repesca solo se da a partir de la fase de
cuartos— varias muchachas de la selección femenina que hubieran
podido luchar por el podio se fueron sin medalla. Y el arbitraje
mostró una situación alarmante con varias decisiones polémicas",
explica.
De ahí que no duda en calificar la presea de plata de Asley
González (90 kg) como una hazaña, tras caer en el mismo grupo que el
griego bicampeón del orbe Ilias Iliadis, el georgiano Liparteliani y
el ruso Denisov.
Precisamente sobre la potente escuadra rusa que convulsionó el
medallero olímpico de la capital británica, con tres oros, una plata
y un bronce, expresó su criterio.
"Es indudable que le han puesto gran interés. Hace tres años
contrataron al técnico italiano Ezio Gamba, que había sido campeón
en Moscú 1980, para que los preparara y han empleado métodos de
entrenamiento de los más novedosos como arrojarse de alturas
sujetándose únicamente con una correa (puenting) o nadar en
ríos contra la corriente (rafting), que sirven para
incrementar la resistencia a la fuerza".
Y el resultado está ahí. En una disciplina en la que no ganaba
ningún oro desde que competía como la desaparecida Unión Soviética,
Rusia tuvo en Londres 2012 tres campeones olímpicos: Arsen Galstyan
(60), Mansur Isaev (73) y Tagir Khaibulaev (100).
"También el extraclase francés Teddy Rinner (+100) se entrena
escalando montañas, lo que te ejemplifica cómo cambia la manera de
prepararse. A veces hacer solo judo se vuelve monótono y el papel de
la tecnología es cada vez mayor", añade.
Esto último, según Noda, es otro aspecto que ahora mismo está
ganando fuerza, sobre todo con los países de más recursos, que han
perfeccionado el estudio de los contrarios, filmándolos antes y
durante la competencia.
"La técnica con la que el sudcoreano (Dae-Nam Song) venció a
Asley en la final es algo que solo utilizaba en Regla de Oro (tiempo
extra), y eso lo sabemos ahora, pero no entonces, porque allí no
pudimos ver los videos", asegura.
Así que vislumbra como un reto difícil el Mundial por Equipos que
se efectuará los días 27 y 28 en la ciudad brasileña de Salvador de
Bahía, pese a que el escenario le trae gratos recuerdos, tras
registrar allí un triunfo sin precedentes, destronando a Japón el
año pasado en la Copa del orbe.
"Pero ahora las principales potencias acudirán con todo y la
renovación en nuestro equipo es casi total. El único viejo es Asley
y tiene 23 años, porque el objetivo es ir perfilando el grupo para
Río de Janeiro 2016".
En ese sentido, para Noda resulta de vital importancia la base de
preparación que tendrán después en Belo Horizonte, puesto que de una
oportunidad similar fue que emergió Asley. "Brasil, además, posee un
nivel excelente, tiene 80 hombres en su equipo nacional y nos quiere
ayudar, de manera que debemos aprovechar las posibilidades de ese
intercambio".
Y así, puede seguir abundando en detalles de interés sobre las
bondades de la nueva matrícula en el Cerro Pelado, la estrategia que
prevé para tener dos atletas competitivos por división, la
posibilidad de formar nuevos entrenadores, las potencialidades que
hay de desarrollar aún más el judo paralímpico o lo bueno que sería
para Cuba si la Federación Internacional (IJF por sus siglas en
inglés) le otorga a La Habana la sede de un Grand Prix. Todo, sin
que tanta información quepa en estas líneas y sin que Noda, por un
segundo, deje de seguir con la vista aguzada los ejercicios que
realizan sus muchachos en el colchón.