Trabajadores bancarios y azucareros

Dos profesiones, una misma convicción

SHEYLA DELGADO GUERRA

Entre el ir y venir de clientes ávidos de alguna respuesta o servicio, la "banda sonora" de impresoras y el ajetreo propio de su dinámica laboral, se le puede encontrar en la sucursal del Banco de Crédito y Comercio de la Playa Santa Lucía, en el camagüeyano municipio de Nuevitas. Más de 16 años le ha dedicado Teresa Guerra al sector bancario, de los 32 que acumula de trabajo.

Y en ese tiempo, muchas han sido las jornadas de cierre contable o los fines de año que ha pasado en una sucursal. Precisa al hablar, sin regodeos ni palabrería, responde ante la interrogante de Granma: "Disciplina, constancia, compromiso, alto sentido de la responsabilidad y claridad política. Son esas, a toda luz, cualidades básicas sin las cuales resulta imposible cumplir con la misión de ser bancarios en las actuales coyunturas que vive Cuba".

Y no puede ser de otra manera. En medio de la implementación de medidas de gran alcance social, como las nuevas facilidades para la concesión de créditos, el rol de estos trabajadores "exige un extra de sacrificio para saber responder desde y con la eficiencia requerida. No se trata de cumplir con una jornada laboral y ya, se necesita más que eso... Hay que respetar lo que se hace para valorarse a sí mismo", concluye quien ha sido reconocida como cuadro destacada en varias oportunidades.

En tanto, trabajadores azucareros de todo el archipiélago se alistan para la nueva zafra. Pero entre los que más esperan la molienda 2012-2013, están los obreros de los cuatro centrales que, después de varios años paralizados, volverán a interrumpir con sus pitazos el "sosiego" de las comunidades aledañas, en busca de sumar sus "granitos" a los compromisos de esta agroindustria.

Para ambos, bancarios y azucareros, el 13 de octubre es una fecha de recordación y empeño, de júbilo y convocatoria a una tarea que no admite prórrogas ni reparos: trabajar. Sobre todo, hacerlo bien. Esa es la mejor manera de celebrar hoy el aniversario 52 de la nacionalización de la Banca y de los centrales azucareros, y el Día de los trabajadores de estos dos sectores.

Saberse protagonistas de un proceso de redimensionamiento constante y, como tal, actuar consecuentemente. Una misma convicción que une a hombres y mujeres con profesiones diferentes.

 

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