Liga Superior

Inquietudes antes del comienzo

Yoel Tejeda Pérez

Foto: Ricardo López HeviaA pesar de que por estos días el tema deportivo que más se debate en nuestra población es el béisbol —con todos sus cambios para la próxima Serie Nacional—, también comienzan a saltar a la palestra comentarios sobre otra disciplina que es pasión para muchos cubanos: el baloncesto.

Y es que el venidero 13 de noviembre subirá el telón de la Liga Superior de Baloncesto (LSB), en uno y otro sexos, certamen que continuará con la misma estructura (ocho equipos) y calendario (28 partidos para cada elenco), pero esta vez trae como novedad la inserción del conjunto de Artemisa en reemplazo de Pinar del Río.

Más allá de estos detalles organizativos, los aficionados que le dan seguimiento al deporte de los encestes han manifestado sus preocupaciones sobre varios asuntos que hicieron mella en la edición precedente, tales como la casi nula transmisión televisiva que solo pudo llevar a la pantalla los dos últimos encuentros de la final masculina entre Ciego de Ávila y Camagüey.

Esa gran efervescencia que desde hace varios años no se vivía y que fue desatada en las salas Giraldo Córdova Cardín y Rafael Fortún en la discusión del título, solo pudo ser evidenciada por los que tuvieron la oportunidad de estar allí. Por eso se espera que esta vez no ocurra lo mismo y se le dé a este torneo la atención que merece y necesita en este aspecto.

Otras problemáticas que molestaron a la población, y de las cuales se esperan cambios positivos, están relacionadas con el entorno de las instalaciones deportivas. En muchas ocasiones se observaron asientos y lugares en el graderío con bastante suciedad, escasas (o casi ninguna) ofertas gastronómicas, dificultades con el audio y los relojes de 24 segundos, y hasta defectuosas pizarras donde se hacía difícil apreciar el marcador. Además, la poca vistosidad que tuvieron los uniformes privó al evento de ese importante elemento estético para los exigentes aficionados.

También es conocido por todos que nuestro arbitraje debe mejorar, pero de igual forma deben erradicarse las indisciplinas que cometen los atletas, quienes en múltiples ocasiones, incluso, les faltan el respeto a nuestros jueces.

Estamos conscientes de que nuestro baloncesto está obligado a perfeccionar, entre otras cosas, el juego técnico-táctico que tanta factura les ha cobrado a los elencos nacionales en los últimos torneos, amén de la falta de topes foráneos que se necesitan. Pero corregir estas realidades en la LSB sería un buen comienzo para reencontrarnos con el nivel que exhibimos antaño.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir