Él sabe tanto como sus colegas que el Censo de Población y
Viviendas es el acto de recolección de información más importante en
la nación; pero el próximo será el tercero en que participa y el
segundo como director de ONEI en la urbe costera; por lo cual su
referencia al mando de la organización del cercano evento ofrece
adelantadas garantías de éxito.
Sin embargo, no da lugar al descuido, y desde el pasado martes
apenas tiene descanso entre el chequeo constante al remozamiento
constructivo de la sede de la Oficina, y el proceso de capacitación
de 1 083 personas que en Manzanillo intervendrán en el conteo
nacional.
"El Instituto Politécnico de Informática Rubén Bravo es la sede
de la preparación de los enumeradores —en su mayoría alumnos de la
educación técnica y profesional— y sus supervisores, más una
reserva; quienes ya disponen de los documentos necesarios y reciben
las instrucciones precisas", detalla Castro, como ejemplo de lo que
ocurre en toda la provincia de Granma; en cuyos 13 municipios son
capacitados 4 263 enumeradores y 1 768 supervisores, según cifras
ofrecidas por Coralia Chacón, delegada de la ONEI en la provincia
oriental.
Más allá de la agitación previa al gran evento estadístico, la
oficina manzanillera destaca por el rigor de la labor de sus 12
trabajadores, equilibrada mezcla de experiencia y juventud, muy bien
curtida en cuantificar y sacar conclusiones.
"El trabajo estadístico requiere, sobre todo, puntualidad y
exactitud en la recolección del dato. En el caso de la ONEI, la
digitalización del Sistema de Información Estadística Nacional
(SIEN) y del Territorial (SIET) aumentó la exigencia respecto a
estas cualidades; por lo cual la disciplina de las empresas y
unidades presupuestadas al momento de reportar las informaciones
fijadas en convenios, decide en la prontitud con que estas se
procesen y publiquen", explica Castro.
"En Manzanillo hemos dedicado atención especial a este aspecto, y
ya logramos que ninguna entidad atrase un día su reporte. Ahora
nuestra meta principal es incrementar la calidad de la información
recogida en la base. Esta será más fiel a la realidad en tanto más
se haga por ‘no dejar escapar’ ningún dato registrable, y la
agricultura es uno de los sectores donde debemos avanzar aún.
"Con el otorgamiento de parcelas en usufructo surgen nuevos
actores que generan producciones físicas, y tenemos que lograr
incluirlas en las informaciones. Lo ideal sería declarar todo lo
producido, no importa el destino.
"Unas van al consumo social, otras directo a mercados, a acopio y
ninguna debería quedar fuera. Hasta en esto es crucial ajustarse a
la contratación, porque las ventas no declaradas se pierden como
dato estadístico, y esto incide en decisiones de gobierno sobre
distribución, fomento de programas agrarios u otras evaluaciones
importantes para el desarrollo socioeconómico del territorio.
"La vía es controlar el dato primario desde el surco, y en esto
decide la base productiva", afirma Castro.
No hay modo de resumir en líneas periodísticas —menos traducirlo
en tablas y cifras— en cuánto más interviene la labor diaria de los
hombres y mujeres del cálculo y la interpretación; sea en el buen
ejemplo de la oficina manzanillera, o en alguna similar de cualquier
lugar del país.
Lo cierto es que en el camino al desarrollo nacional, la
información ofrecida por la ONEI es vital para las funciones de
gobierno a cualquier nivel; pues aunque el número exacto sea la
esencia de su trabajo, las utilidades que resultan del cálculo
cotidiano de sus profesionales¼ esas sí
son innumerables.