MARTÍ,
Matanzas.— Una prueba evidente de los esfuerzos en la provincia de
Matanzas por potenciar el cultivo del arroz es la modernización del
molino Antonio Maceo ubicado en esta región y que anualmente
descascara más de 11 mil toneladas del grano.
Eleno Medero, director de la entidad, dijo a Granma que
con las mejoras tecnológicas realizadas en la instalación, única de
su tipo con que cuenta el territorio, se incrementan notablemente la
capacidad de molida y los índices de eficiencia, al tiempo que
facilita y humaniza el trabajo del colectivo.
De igual modo se realizó una reparación en el secadero también
perteneciente a la Unidad Básica Empresarial agroindustrial de Hoyo
Colorado, la cual está dotada de dos silos metálicos con una
capacidad de 1 700 toneladas cada uno y tiene la responsabilidad de
asumir todo el arroz que se produce en la zona norte de la
provincia.
Este reforzamiento de la industria es vital para el empeño de
continuar creciendo en los niveles productivos del cereal, significó
Frank Carbonell, director del Complejo Arrocero del Sur, luego de
adelantar que se monta un nuevo molino en el poblado de Amarillas,
municipio de Calimete, y próximamente se pondrá en marcha un
secadero en el territorio de Pedro Betancourt.
Estos progresos en el área industrial van a aliviar en alguna
medida uno de los mayores dolores de cabeza para los productores de
arroz en Matanzas, o sea, el secado del grano. Cada año se pierde un
volumen apreciable del producto en busca de alternativas para suplir
el secado industrial, sobre todo, en los picos de la cosecha.
Estos constituyen pasos iniciales en la paulatina recuperación de
la tecnología para el cultivo, cosecha y procesamiento de la
gramínea, lo cual, unido a atinadas estrategias organizativas en su
explotación, responden al propósito de aumentar las producciones del
cereal.